Desarticulada una red que traficaba con brasileñas para prostituirlas En defensa de la sanidad pública

La Policía ha desarticulado, en una operación en la que han sido detenidas 68 personas, una organización dedicada a la introducción ilegal en España de cientos de mujeres de nacionalidad brasileña que luego eran obligadas a ejercer la prostitución en clubes de alterne de Andalucía y Extremadura. Según informa la Dirección General de la Policía, entre los detenidos están los catorce responsables de la red, once de ellos españoles y los otros tres brasileños, a los que se les imputan delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra los derechos de los trabajadores y relativos a la prostitución. Además, han sido arrestadas 54 mujeres, la mayoría de ellas brasileñas, por encontrarse en situación irregular en España, a las que se ha incoado el correspondiente expediente de expulsión. El inicio de la investigación La investigación se inició al descubrirse una organización encabezada por un matrimonio formado por un español y una ciudadana brasileña, propietarios de varios clubes de alterne en los que trabajaban y ejercían la prostitución un gran número de ciudadanas extranjeras, la mayoría de origen brasileño. Todas ellas habían sido traídas a España desde su país cobrándoles elevadas cantidades de dinero y habían sido obligadas a ejercer la prostitución para hacer frente a la deuda. La organización tenía una distribución geográfica internacional, que operaba a través de una infraestructura creada en Brasil, país de captación de las mujeres, y en España. En Brasil, varias personas se encargaban de reclutar a las mujeres, aprovechándose de la precaria situación económica, social y cultural de las mismas y prometiéndolas un trabajo estable y bien remunerado. Las mujeres, muy jóvenes, estaban separadas o divorciadas, con varios hijos a su cargo y tienen un muy escaso nivel cultural. Los componentes de la red brasileña les facilitaban los pasaportes, los billetes de avión y el dinero necesario para acreditar ante los controles fronterizos suficiente solvencia económica, aparentando un viaje de turismo y, por último, las instruían para poder contactar con la infraestructura de la organización en el aeropuerto de Madrid o en los de París. Los propios titulares de los negocios las recogían para su traslado a algunos de los clubes de su propiedad o, en caso contrario, utilizaban a gente de su confianza. Varios cientos de personas -1.500 según los organizadores y 800 según la Policía-, en su mayoría médicos y enfermeros, participaron ayer en la marcha a pie desde la localidad de Leganés hasta la madrileña Puerta del Sol en defensa de la sanidad pública y para exigir la dimisión del consejero de Sanidad, Manuel Lamela, «por la crisis producida en el hospital» | efe.