El caníval de Rotemburg dice que no quería matar a la víctima

Armin Meiwes es el caníbal confeso más famoso de Alemania y hace un año fue condenado a una pena de ocho años y medio de prisión por un juez de Kassel que lo encontró culpable de haber cometido el delito de homicidio. La Fiscalía apeló con éxito la sentencia y, desde el pasado jueves, el caníbal de Rotemburg ha vuelto a ocupar el banquillo de los acusados, esta vez en la Audiencia Territorial de Francfort. No habrá sorpresas ni nuevos relatos espeluznantes en el nuevo juicio, pero hoy, lunes, Meiwes reveló un hecho que puso en entredicho su estado mental, calificado en su momento como «normal» por un psicoterapeuta. «No lo quería matar, sólo comerlo», admitió el caníbal ante el juez. Al igual que en el primer juicio, Meiwes volvió a relatar con todo lujo de detalles el sacrificio humano que llevó a cabo.