Detectan un peligroso hongo que ataca a las coníferas en España

El equipo de Entomología y Patología Forestal de la ETS de Ingenierías Agrarias de Palencia (Universidad de Valladolid), en colaboración con científicos canadienses y finlandeses está llevando una investigación destinada a identificar y combatir un nuevo hongo hasta ahora desconocido en España, que está afectando de manera importante a los pinos carrascos de Castilla y León, especialmente en la provincia de Palencia. Aunque la investigación no está finalizada, algunas de sus aportaciones han sido consideradas de gran relevancia científica a nivel internacional, por lo que los primeros resultados han sido publicados en la revista Forest Pathology. Según afirma Julio Díez Casero, director del estudio, «el problema es mayor y más complejo de lo que se creía al principio, cuando comenzamos este trabajo de investigación, casi por azar. Entonces parecía que el hongo no era muy peligroso, pero ahora vemos que casi todo el palentino valle del Cerrato está ya infectado y que está produciendo una mortandad creciente de pinos». Todo comenzó cuando en una de las prospecciones que suele hacer habitualmente el equipo de Entomología y Patología Forestal, encontraron entre Villaviudas y Valle de Cerrato árboles con síntomas externos de estar afectados por un extraño hongo. Tras analizar unas muestras de esos árboles, fue identificado como Gremeniella abietina, una sorpresa, ya que sólo se localizaba hasta entonces en los países nórdicos donde había provocado grandes daños entre los pinares. Difícil diagnóstico La dificultad de diagnóstico que presenta esta micosis complica estudiar su distribución real tanto en Castilla y León como en otras zonas de la geografía nacional donde pudiera encontrarse, ya que el hongo puede causar daños durante varios años en una determinada zona sin producir esporas, elemento fundamental para su identificación. Además, los síntomas que provoca en la planta en sus primeras fases son similares a los causados por los fríos invernales, por lo que pueden pasar fácilmente inadvertidos. En este sentido, según Diez Casero, es muy probable que se encuentre en muchas más zonas arboladas en estado latente, sin que por el momento sea fácil su diagnóstico. En los análisis moleculares realizados en el laboratorio se comparó el ADN de aislamientos de Castilla y León de este patógeno con el de otros procedentes de Canadá, Finlandia, Suiza y USA con el fin de encontrar diferencias y similitudes entre ellos que permitieran determinar el biotipo al que pertenecen. «Para confirmar el diagnóstico enviamos muestras a los expertos de Canadá y Finlandia, los cuales, utilizando técnicas diferentes (en Canadá lo analizaron con técnicas microscópicas y en Finlandia con técnicas moleculares) dijeron que, efectivamente, aunque no pareciera normal encontrarlo en un país mediterráneo, se trataba de la Gremeniella abietina. El diagnóstico no dejaba lugar a dudas», explica Díez Casero. Gracias a esta investigación, financiada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Junta de Castilla y León, se ha identificado la raza de hongo causante de los daños observados en la Comunidad. De entre las tres razas de Gremmeniella abietina existentes en el mundo, la asiática, la norteamericana y la europea, los aislamientos detectados pueden pertenecer a esta última, que por otro lado es la más patógena y la que más daños ha causado en otras partes del mundo. Ahora se aborda la segunda fase del estudio en la que prevén concluir la identificación exacta del hongo, ya que parece ser que existen indicios (la no coincidencia exacta con los tres biotipos que se conocen de la raza europea) que hacen pensar que podría tratarse de un nuevo biotipo que se haya desarrollado en nuestro país. Posteriormente, se analizarán sus posibles efectos en el resto de España, así como su peligrosidad no sólo para el pino carrasco sino también para otras especies.