Nuevos avances en relación con los futuros métodos de computación Premio Nacional de Investigación en Medicina del Deporte

Los ordenadores sirven, entre otras cosas, para resolver problemas cuya complejidad está fijada por la gran cantidad de operaciones que hay que hacer para resolverlos. Un buen ejemplo de ello es el buscador de palabras: buscar una palabra en un libro es una tarea trivial desde el punto de vista teórico, basta con leer el libro y apuntar cuándo y dónde aparece la palabra objetivo. Pero desde el punto de vista práctico, si nuestro libro tiene miles (o cientos de miles) de páginas, la tarea es irrealizable en un tiempo «razonable». Sin embargo, hoy en día, cualquier ordenador personal o cualquier agenda electrónica puede hacer ese trabajo en una fracción de segundo, aunque nosotros no podamos. El trabajo que puede llevar a cabo una máquina viene determinado de forma absoluta por las Leyes de la Física que determinan lo que se puede y lo que no se puede hacer, pero también por el nivel tecnológico y el conocimiento científico del que dispongamos. Cuanto más sepamos, mayor es nuestra capacidad de diseñar máquinas para realizar tareas cada vez más complejas. Computación cuántica A partir de la II Guerra Mundial se ha venido realizando un gran esfuerzo investigador en codificación para proteger y mejorar las transmisiones. Se ha avanzado mucho y hoy es posible realizar protocolos seguros en la práctica para transmitir datos sensibles. Pero en los años 90 surgió una idea llamada computación cuántica, un avance científico que de llevarse a cabo en un avance tecnológico (construir un ordenador cuántico) permitiría a su poseedor, a la vez, proteger de forma radical y completa sus comunicaciones y desproteger totalmente las comunicaciones que se llevan a cabo con los protocolos vigentes. En pocas palabras, para el ordenador cuántico descifrar los códigos que hoy protegen nuestros datos o nuestras operaciones por banca electrónica sería tan «fácil» como el buscador de palabras para nuestro ordenador personal. El fabricante IBM vaticina poder construir un primer prototipo (muy simple) de una máquina con estas características en pocos años, pero Juan Ignacio Cirac Sasturain (que trabaja en estos temas y por los cuales h a sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Tecnología 2006) da un plazo de en torno a 20 años para esta revolución informática. Máquinas secuenciales El trabajo que ha realizado Héctor Diez Machío (Ingeniero Informático por la Universidad de León) durante estos años se ha desarrollado de forma paralela en las máquinas secuenciales y la computación clásica y en las nuevas máquinas de computación cuántica, principalmente en las nociones de sistema de control cuántico y autómata cuántico. Su tesis doctoral lleva por título «Sistemas Dinámicos y Máquinas Secuenciales Finitas. Visiones clásica y cuántica». Los resultados fundamentales se centran en torno a las nociones de accesibilidad y de equivalencia (algebraica y en realimentación) de máquinas secuenciales. También se hace un análisis de las características cuánticas respecto de una sofisticada herramienta de diseño de máquinas llamada «composición en cascada». La investigación se ha desarrollado en el programa de doctorado de los Departamentos de Matemáticas y de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de León, y ha sido dirigida por el doctor en Matemáticas Miguel Carriegos. El trabajo ya ha tenido repercusión a nivel internacional ya que algunas partes del mismo han sido presentadas en congresos especializados en Coimbra (Portugal) y Regina (Canadá) y han sido publicadas en prestigiosas revistas científicas internacion ales de alto índice de impacto. La Universidad de Oviedo a través de la Escuela de Medicina de la Educación Física y Deporte convoca un Premio Nacional de Investigación en Medicina del Deporte con las siguientes bases: Bases de la convocatoria: Todos los trabajos de investigación que se presenten a concurso deberán de ser inéditos y versar sobre cualquier tema relacionado con la Medicina del Deporte o con la mejora del rendimiento de los deportistas. Los trabajos se presentarán escritos a máquina, a dos espacios (tamaño DIN A4), redactados en castellano y constarán de los siguientes apartados: Título, resumen que no sobrepase las 250 palabras (en español o en inglés), introducción, material y métodos, resultados, discusión, conclusiones y bibliografía, además de las figuras o tablas que requiera el trabajo. La extensión máxima será de 25 páginas. Los trabajos irán sin firma ni referencia alguna en el texto que pueda evidenciar a los autores y se presentarán por quintuplicado. En sobre aparte cerrado (sobre A), irá escrito en su exterior el título del trabajo y en su interior una cuartilla con el título, autores, dirección y teléfono de contacto. En ese mismo sobre irá incluida una nota del autor o autores que declaran bajo juramento que el trabajo presentado es inédito y no ha sido presentado a ningún otro concurso, no ha sido publicado ni premiado. Los trabajos junto con el sobre A se introducirán en un sobre (sobre B) que se enviarán por correo a la siguiente dirección: Registro General de la Universidad, Plaza de Riego, 4, 33003 Oviedo. El sobre llevará en el exterior la inscripción: Premio nacional de investigación en medicina del deporte. El plazo para la recepción de los trabajos finaliza el 30 de noviembre de 2006. Sólo serán admitidos los trabajos enviados por correo. Se entregarán tres premios: Primer premio de 6.000 ¿ más certificación, segundo premio de 3.000 ¿ más certificación y tercer premio de 1.500 ¿ más certificación. El jurado calificador será propuesto por la Universidad de Oviedo y estará formado por 5 miembros de especial relevancia en Investigación. El fallo del jurado será inapelable. El fallo de la convocatoria se hará público tras la deliberación de la comisión que se forme y se comunicará a los premiados.