La sonda Venus Express descubre un torbellino de aire en el polo sur del planeta Prohibida la venta de ordenadores y aparatos electrónicos con sustancias tóxicas Descubren en Israel los restos de un collar de conchas de hace más de 100.000 años
Según informa la Agencia Espacial Europea, las imágenes recibidas de la sonda Venus Express, tomadas a 400.000 kilómetros de altura, revelan que tiene en el polo sur un doble torbellino de aire, producido al parecer, por la interacción de los vientos del este del planeta y el ciclo de aire caliente de la atmósfera. Las fotos revelan, además, datos sobre las dinámicas de la atmósfera al mostrar, además del espectro visible, el infrarrojo y el ultravioleta. La sonda ha obtenido también datos sobre la composición química de la atmósfera como que el dióxido de carbono es el gas más abundante, aunque debido a la radiación solar se convierte en monóxido de carbono y oxígeno. La UE ha prohibido la venta de electrodomésticos, móviles, ordenadores y otros aparatos que necesitan la red eléctrica para su funcionamiento que incluyan sustancias tóxicas como plomo, cadmio, mercurio y cromo hexavalente, así como los retardadores de llama bromados por ser considerados nocivos para la salud. El plomo y el mercurio pueden afectar al sistema nervioso y, en especial, a niños y embarazadas. Los retardadores pueden dañar al sistema reproductor y originar tumores. Esta resolución se enmarca en la directiva sobre restricciones de sustancias de riesgo, aprobada en el año 2003, que ha sido traspuesta por los Estados miembros a sus respectivas legislaciones. Un equipo de arqueólogos ha encontrado en Israel unas conchas con una antigüedad superior a 100.000 años, que pudieron ser perforadas para ser utilizadas como collar, lo que las convertiría en el adorno personal más antiguo del que se tiene constancia y apoyaría la hipótesis de que el comportamiento humano surgió de forma gradual en varias regiones del planeta. Hasta ahora se creía que los primeros signos de la cultura moderna se produjeron hace 40.000 años cuando los humanos anatómicamente modernos colonizaron el continente europeo.