La Iglesia llama a la objeción por la asignatura de educación ciudadana

La luna de miel entra la Iglesia católica y el Gobierno ha durado poco. Los obispos españoles dieron ayer una de cal y otra de arena en su tensa relación con el Ejecutivo. Por un lado, alabaron el acuerdo alcanzado para aumentar hasta el 0,7% la parte que los contribuyentes pueden destinar a la Iglesia en su declaración del IRPF con el que, dijeron, «gana todo el mundo». Pero por otro, los prelados hicieron un llamamiento a todos los padres españoles a ejercer la «objeción de conciencia» respecto a la asignatura de Educación para la Ciudadanía que promueve el Gobierno. El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, resumió gráficamente el estado de las relaciones con el Gobierno: «Ni hace tiempo estábamos tan mal, ni probablemente ahora estemos tan bien». Martínez Camino explicó que la Iglesia no se opone a una nueva asignatura que explique los principios constitucionales y las normas de convivencia entre ciudadanos, pero añadió que los obispos consideran que el Gobierno tratará de imponer con esa materia «opciones éticas o morales» a los alumnos. En ese caso, según el portavoz, se estaría conculcando «el derecho primordial de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones», lo que justificaría la llamada a la «objeción de conciencia». Menos problemática se pre-senta la negociación sobre la enseñanza de la Religión en la nueva LOE. Martínez Camino tachó de «mala» la ley pero se mostró convencido de que será posible alcanzar al menos «un mal menor». «Tenemos que convivir, aunque lo bueno sería cambiar la ley», insistió. Concesiones del Gobierno Los obispos pusieron una cara mucho más amable para comentar el acuerdo sobre financiación de la Iglesia, que valoraron «positivamente» y con el que, a su jucio, «gana todo el mundo». «El Gobierno, porque ha resuelto un problema que existía hace mucho tiempo y la Iglesia porque se siente ahora mucho más libre», afirmaron los obispos, que añadieron que los ciudadanos tienen más libertad para decidir a qué fines sociales quieren dedicar sus impuestos. El vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, admitió que «la Iglesia ha renunciado a muchas cosas en este acuerdo» pero también que «ha habido un esfuerzo por parte del Gobierno, que también ha hecho importantes concesiones». Martínez Camino explicó en todo caso que la ayuda por el IRPF apenas cubre el 10% de las necesidades de la Iglesia, cuya vía principal de sustento son los donativos de los fieles, las colectas y los voluntarios. Mientras tanto, el Gobierno mantiene las negociaciones con los grupos parlamentarios para ampliar también a las oenegés la ayuda del 0,7% del IRPF. El Gobierno tiene ya decidido incluirlo en los próximos presupuestos, pero prefiere guardar esa baza para la nego-ciación con los grupos que así lo piden, a los que pedirá apoyo para los presupuestos. Por ello, al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, no le sentó bien que el de Justicia, López Aguilar, lo diera ya por hecho. Respaldo al Papa La comisión permanente de la Conferencia Episcopal expresó en su nota de prensa su solidaridad con Benedicto XVI tras la polémica provocada por su lección dictada en la Universidad de Ratisbona, que levantó las iras de los sectores islámicos más radicales. El apoyo al Papa viene toda vez que ha manifestado «sentir muchísimo sus palabras si fueron interpretadas como ofensivas.