Cada vez que respiramos ingerimos dos mil bacterias y microbios

Científicos del laboratorio Lawrence Berkeley (California) bajo la dirección de Gary Andersen, han llevado a cabo una investigación cuya finalidad es proporcionar a la comunidad científica una referencia para evaluar las fluctuaciones de la densidad bacteriana del aire en función de factores como los cambios climáticos. Durante más de dos meses recogieron diariamente muestras de aire en las ciudades tejanas de Austin y San Antonio, separadas por 120 kilómetros, escogidas porque eran homologables en aspectos como densidad de población, altitud y topografía. Una de las novedades del estudio es que las bacterias y microorganismos fueron identificadas en su entorno original, el aire, y que muchas de ellos no sobreviven en un cultivo de laboratorio. Según han podido determinar, en algunas ocasiones, la comunidad bacteriana puede representar hasta el 99% de lo que hay en el aire. Los investigadores han ido obteniendo conclusiones a partir de búsquedas que en un principio eran mucho más específicas y concretas. Así, por ejemplo, tratando de encontrar un gen involucrado en la producción de una proteína que está presente en todas las bacterias, han descubierto nada menos que 9.000 variantes de este gen, uno para cada bacteria diferente. Según han calculado, hay más de 1.800 bacterias diferentes en el aire que respiramos y su presencia aumenta o disminuye dependiendo más de los cambios de temperatura y humedad que de la localización geográfica. Por tanto, un cambio de las condiciones atmosféricas puede suponer una alteración importante del nivel de bacterias en el aire, sin necesidad de que se deba a un ataque bacteriológico. Afirman que su descubrimiento puede ser de gran utilidad para mejorar la detección de posibles ataques terroristas con armas bioquímicas.mo tularemia.