El paso más emblemático de la procesión de la Borriquilla, el Domingo de Ramos, frente a la catedral.
Centenares de niños se congregaron en la plaza de San Marcelo para que el obispo de León santificara sus palmas.
Para los más pequeños, la procesión de las Palmas supone uno de los actos más emotivos de la Semana Santa.
Durante los diez días que transcurren desde el Viernes de Dolores al Domingo de Pascua, un total de 16 cofradías y hermandades, integradas por decenas de miles de «papones», nombre único y de gran personalidad que en León reciben los hermanos cofrades, a las que se unen la Junta Mayor de la Semana Santa de León y la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Mercado y del Camino «La Antigua», recorren las calles de una ciudad atestada de gente como en ningún otro momento del año.
Esta es la cara del perdón. El preso Bernavé Espinal, boliviano de 66 años, recibió este año el indulto en la procesión del Perdón.
La emoción y la sobriedad caracterizan esta procesión en la que un reo recobra la libertad.
El Domingo de Ramos tiene lugar la Procesión del Santo Cristo de la Redención, organizada por la Cofradía de Nuestro Señor Jesús de la Redención.
Los jóvenes miembros del Dulce Nombre de Jesús de nazareno y Real Cofradía de Minerva y Vera Cruz mueven el inciensario con energía.
El Lunes Santo se celebra la solemne adoración de las Llagas de Cristo, organizada por la Cogradía del Santo Sepulcro Esperanza de la Vida.
Las angostas calles del casco antiguo por la que tienen que desfilar las procesiones no desluce su sobriedad.
Tradicional calvario o Vía Crucis Leonés cantado, organizado por por la cofradía del Santísimo Cristo de la Expiracíón y del Silencio.
Cualquier momento y cualquier ángulo sirve para tirar una instantánea, en este caso desde dentro de la propia procesión.
El intenso frió que protagonizó este año la Semana Santa en León no impidió que los más pequeños salieran a la calle.
Muchos cogrades realizan las procesiones descalzos, desafiando al frio y a posibles cortes en los piés, lo que da una idea de la devoción con la que afrontan la penitencia.
La Bañeza celebró un año más la fiesta del Santo Potajero, organizada por la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, en la que se reparten garbanzos entre todos los presentes.
El miércoles santo se celebra la procesión de la Virgen de la amargura, organizada por la Real Cofradía de Minerva y Vera Cruz.
Unos privilegiados turistas observan la proceción desde una de las cafeterías del centro histórico de la ciudad.
Desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección, se suceden las procesiones por las distintas calles de León, teniendo un protagonismo total el casco antiguo de la ciudad.
La Semana Santa de León alcanzó su punto más álgido en la mañana del Viernes Santo, durante la celebración de la procesión de los Pasos, organizada por la emblemática cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno.
Esta es una de las procesiones más concurridas de la Semana Santa leonesa, tanto es así, que la gente hace horas de espera para conseguir un lugar en el que seguir los pasos en primera fila.
La lluvia deslució algunas de las procesiones del fin de semana, aunque ninguna de ellas tuvo que ser suspendida.
La intensa lluvia caída en la tarde del sábado obligó al cortejo del Desenclavo a recortar su recorrido y descender al Cristo en el cercano Colegio Leonés.
Imagen de la Virgen en la procesión del encuentro.
Un Viernes Santo más la elegancia de la cofradía de las Siete Palabras se dejaron sentir en las calles de León. Partiendo de la plaza de San Marcelo, con la modificación de su itinerario con un recorrido más asequible y cercano al público, ha vuelto a brillar por su excelente puesta en escena y la exhibición de un patrimonio que se ha ido consolidando con el paso de los años de forma medida y discreta.