El título se defiende en casa

Si Occidente le diera la misma dimensión a la virtud de empujar con el pie un balón entre tres palos y una red que el manejo con destreza de un tractor en el laboreo de la tierra, David Rodríguez sería una estrella. Con 26 años va defender el título de campeón de España de Arada, el galardón que logró hace un año en Barcelona. Y lo va a hacer en León, en el campeonato que Asaja organiza los días 27 y 28 de septiembre en Bustillo del Páramo. David Rodríguez hereda la afición de su padre, que también destacó en este pulso de habilidad a finales de la década de los setenta. La otra parte, la de la vocación, parte de su empeño y capacidad de mejora. Acaba de regresar del campeonato mundial, que se celebró en Austria. Volvió con la decimosegunda posición entre treinta participantes. «Gente a la que se ayuda, y que incluso cuenta en los módulos educativos con materias específicas. Es decir, que estamos hablando de una dimensión que aquí no ha llegado», contrapone este joven mansillés, conocedor de una competición en la que se estrenó con 16 años. Otro déficit con respecto al nivel internacional, especialmente en países del centro de Europa o de las islas británicas. «Las casas comerciales del sector apoyan económicamente a los que compiten; aquí no. Corre por cuenta de quien compite,. y el tiempo de preparación, del esfuerzo personal», ejemplifica David Rodríguez. Ese déficit se traslada también a los medios técnicos de los que dispone este agricultor leonés cuando se mide a los gurús europeos. Nada de máquinas de doble tracción, ni con la elasticidad de los motores de nueva fabricación. David mima un tractor que salió de fábrica hace más de treinta años; y un arado de dos vertederas, según las normas de competición. El resto lo contrapone con habilidad. El surco de inicio, la fase de hacer la corona, alomar y hendir, y el surco de cierre, que culmina un trabajo de delineante. Un tiralíneas. «Los surcos deben ser rectos», explica David Rodríguez para resumir la esencia de la competición. Así de fácil de explicar. El campeonato de España de Arada llega por tercera vez a la provincia, tras las ediciones de 1997 y 1990; esta vez con el aliciente de que el campeón se juega la reválida en casa. Con su arado tuneado saldrá a competir sabedor de que lo va a tener tan difícil como la veintena de aspirantes. Ahí está, en la senda de su padre (Amando Rodríguez Ramos, tres veces ganador) y de José Santos Fierro, otro leonés que demostró el apego del tractorista a la tierra.