Crónica | a. gaitero
El 13% de los procesos de fecundación in vitro recurren a óvulos de donante
Las inseminaciones que requieren una donación por infertilidad masculina o porque la mujer opta por la maternidad sola alcanzan el 15% en León
Un 13% de los ciclos de fecundación in vitro recurren a la donación de óvulos y un 15% tienen que echar mano de los bancos de semen, según datos del centro FIV de la Clínica San Francisco de León.
En el caso de la ovodonación, el aumento de la edad a la que las mujeres desean ser madres es el principal motivo de que haya que recurrir a jóvenes donantes. «No hay publicados en el mundo embarazos de mujeres de más de 45 años con óvulos propios», aclara el ginecólogo Fernando Garrido.
En cuanto al semen, la razones de recurrir a la donación comprenden tanto la infertilidad masculina como el incremento de las mujeres que desean ser madres solas o con otra mujer como pareja. «Cada vez es más frecuente la mujer sola o sin pareja heterosexual que demanda la fecundación in vitro», reconoce el ginecólogo Fernando Garrido.
El uso de semen u óvulos de terceras personas es sólo uno de los avances de la reproducción asistida en los últimos 30 años, desde que nació en Gran Bretaña la primera niña probeta , Louisse Brown. En España, acaba de cumplir 25 años Victoria Ana, la primera niña concebida en laboratorio. Actualmente, la vitrificación de embriones y de óvulos ofrecen un nuevo campo de posibilidades.
La donación está regulada por la ley de reproducción asistida. Las mujeres pueden donar óvulos, tras someterse a un proceso de estimulación ovárica y una punción, siempre que tengan entre 18 y 35 años y estén sanos. Para los hombres, la edad máxima de donación de semen son los 50. Lo cierto es que a un hombre de 45 años no se le considera «buen donante», pues con la edad «disminuye la cantidad y la movilidad de los espermatozoides y hay una merma reproductiva», aclara el médico.
Tanto mujeres como hombres se reclutan principalmente entre la población universitaria y ambos pueden recibir una compensación económica por las «molestias ocasionadas» regulada por la ley de reproducción asistida.
Para las mujeres se fijó en 1998 en 600 euros, aunque actualmente en León ronda los 900 euros y para los hombres es de unos 50 euros por donación. «Es un acto altruista,no se puede entender como un pago porque lo que hacen no tiene precio», subraya el doctor Garrido.
Seis donaciones, máximo. La donación, tanto de semen como de óvulos, tiene que ser anónima. En ambos casos se fija un límite de descendencia de seis donaciones, aunque en España se carece de registros que garanticen que se cumpla este requisito.
El uso de óvulos de mujeres donantes ofrece como ventaja un aumento de las posibilidades de embarazo de la mujer hasta el 55,5%, cuando la tasa de embarazo por transferencia de embriones fecundados in vitro con óvulos propios es del 48,48% en mujeres de 31 a 35 años, del 31,7% en mujeres de 36 a 40 años y del 16,77 por ciento entre mujeres de 41 a 44 años.