Confusión en el arranque

omo el título de la canción de Varry Brava, así fue el inicio de la Ponferradina en la Segunda División. Una expulsión temprana y un número muy elevado de centros laterales por parte de los andaluces marcaron un partido intenso, duro y confuso en cuanto a su desarrollo durante los minutos reglamentarios del encuentro disputado en el Ramón de Carranza de Cádiz.

En cuanto a lo puramente estructural, la Ponferradina utilizó de inicio el sistema de juego habitual durante la temporada pasada, un 1-4-4-2 con presión intermedia. A los 15 minutos de partido el equipo berciano tuvo que variar su plan. La expulsión de Ríos Reina condicionó a Isi, que se ocupó del lateral izquierdo una posición inusual para él, mientras Kaxe se situaba en la banda derecha. Todo ello hizo que el equipo no realizase la presión inicial, y que utilizará un repliegue bajo esperando alguna transición o balón parado que les pudiese dar réditos, como así fue en el gol del 0-1 obra de Trigueros en un saque de esquina, ante una zona cadista mal posicionada sobre el rectángulo de juego durante el desarrollo de esa acción.

El Cádiz por su parte, utilizó un 1-4-2-3-1 con una presión intermedia orientada, que buscaba evitar la salida interior de los bercianos. Con balón ambos mostraron una idea parecida y bien trabajada a través de juego directo, y numerosos centros laterales, concepto que sin duda marcó las diferencias, en uno de ellos de Javi Navarro golpeó y el balón se introdujo directamente en la portería de Manu en lo que fue el 1-1. El segundo gol de los locales vino precedido de un centro lateral mal despejado, que aprovecho Alberto Perea. El tercero otro centro lateral que Nano Mesa remató a la perfección a las mallas de la portería ponferradina.

La semana que viene frente al Real Zaragoza, oportunidad directa para resarcirse de esta derrota en el arranque del campeonato de Liga.