Tecnologías y soluciones digitales
Enrique Torrente Poveda y José Luis Molina Zamora ahondarán pasado mañana en la necesidad de incorporar la digitalización a los procesos del campo para ser más eficientes y recuperar activos como el asesoramiento agrícola
El Congreso Nacional de Comunidades de Regantes abordará el miércoles las nuevas tecnologías aplicadas al sector. El primero en intervenir será el experto del grupo Tragsa y ex delegado de la Comunidad Valenciana, Enrique Torrente Poveda, quien centrará su ponencia en Las nuevas tecnologías aplicadas a las comunidades de regantes: Transición Digital, Administración Electrónica y Comunidades de Regantes . Por su parte, el presidente ejecutivo del Grupo Hispatec, José Luis Molina Zamora, centrará su intervención en Las nuevas tecnologías aplicadas a las comunidades de regantes: Soluciones digitales aplicadas al riego agrícola .
Torrente Poveda destacará que la transición digital es un proceso que no se puede ignorar y que es preciso asumir el cambio teniendo en cuenta, eso sí, la forma en la que debe hacerse, por lo que las organizaciones han de hacer una profunda reflexión de su estado digital, intereses y estrategias para definir una hoja de ruta. En este sentido, incide en que la transición digital también es una oportunidad de recuperación de activos que nunca se debería de haber perdido, como los sistemas de asesoramiento agrícola, esta vez ampliados con competencias digitales. Además, incidirá en la necesidad de la formación, ya que se ha convertido en uno de los principales escollos a salvar para conseguir la transición.
Avanzar en el ‘kit digital cartográfico’, para incrementar el acercamiento de las tecnologías a instituciones básicas, microempresas, autónomos y ciudadanos en general será una de las cuestiones en las que ahondará Torrente Poveda, quien considera que no se puede ignorar el impulso de lo ‘geo’ a las políticas disruptivas. Así consdiera que la PAC sostenible requiere de sistemas eficaces soportados por redes de datos abiertos, intercomunicados y colaborativos, donde los datos geoespaciales son la base de esta arquitectura colaborativa.
«No se puede dar el salto tecnológico sin avanzar en la Administración simplificadora. La tramitación administrativa no puede ser una limitación al crecimiento económico. La aplicación de la inteligencia artificial a los procedimientos administrativos es una vía a explorar, con carácter prioritario, en aquellos procedimientos de mayor impacto en la actividad económica», indica para añadir: «Ningún ámbito de la sociedad va a quedar a salvo del cambio silencioso. Las comunidades de regantes tampoco».
Fertirriego
El riego, y de forma más amplia el fertirriego, es una operación crítica dentro de la producción agrícola en España, como explicará en la segunda intervención José Luis Molina Zamora. «La digitalización integral de la fertirrigación es clave para la modernización de las explotaciones de regadío. Todo ello integrado en el contexto del conjunto de operaciones de cultivo, que deben experimentar un rápido proceso de digitalización, estando integradas todas las operaciones de precosecha de forma digital, a nivel de datos», concreta, para añadir que el objetivo es lograr altos niveles de automatización y control de las operaciones, lo más aproximadas al tiempo real, facilitando la toma de mejores decisiones.
«La digitalización integral del fertirriego y de las explotaciones agrícolas en su conjunto, facilitan en gran medida le mejora de la eficiencia en el uso del agua, reducción de consumos energéticos, integración de una mayor proporción de renovables de forma directa para autoconsumo y la reducción de la lixiviación de nutrientes (especialmente nitrogenados y fosfatados). Todo ello repercute de forma directa en una mejora de la rentabilidad económica de la explotación, así como en la minimización de impactos medioambientales», señala Molina Zamora, para añadir que conseguir que toda la cadena alimentaria tenga una digitalización integral, desde la producción en campo y hasta el consumidor final, «permite intercambiar un flujo de datos creciente hasta el consumo y todo ello aumenta la transparencia, seguridad alimentaria y permite poner en valor frente al consumidor y la sociedad en su conjunto, los esfuerzos de mejora de eficiencia, social y medioambiental, del regadío agrícola, mejorando la imagen del sector».