veinte años de fábula
«Hubiera deseado comenzar esta historia a la manera de los cuentos de hadas. Hubiera deseado decir: «Había una vez un principito que habitaba un planeta apenas más grande que él y que tenía necesidad de un amigo…». Para quienes comprenden la vida, habría parecido mucho más cierto. Porque no me gusta que se lea mi libro a la ligera. ¡Me apena tanto relatar estos recuerdos! Hace ya seis años que mi amigo se fue con su cordero. Si intento describirlo aquí es para no olvidarlo. Es triste olvidar a un amigo. No todos han tenido un amigo». Este fragmento del capítulo cuarto de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry marca el nacimiento de la compañía teatral Fabularia Teatro. Todo comenzó con una adaptación de esta novela corta estrenada en el Teatro Villafranquino de Villafranca del Bierzo en 1999.
Desde entonces, han pasado ya 20 años y la compañía berciana, detrás de la que están Raúl Gómez y Trinidad Osorio, lo ha querido celebrar con una exposición que puede verse, hasta enero, en la sala Río Selmo de Ponferrada. Una muestra en la que Fabularia exhibe los escenarios, el atrezzo y el vestuario empleados en sus producciones y que ha sido concebida como la antesala de una nueva etapa de regreso a los orígenes. Sí, a El Principito. Fabularia Teatro prepara ya una versión renovada que estrenará en marzo (mes en el que se celebra el Día Mundial del Teatro) de 2020. Lo hace desde Borrenes, donde tiene su centro de creación.
La pícara Justina, Tano y la memoria de su hermano árbol, ¡Ultreia! Camino de ocas y estrellas, El romano, El señor de Bembibre 2.1, Cuentos del desván de mi abuelo, Fray Gerundio de Campazas, El último barquero y Perdonen la tristeza son, además de El Principito, las producciones que Fabularia repasa en la exposición de conmemoración de su veinte aniversario. Montajes que comparten una cuidada puesta en escena y que han estado dirigidos tanto a un público familiar e infantil, como a un público joven y adulto. Diferentes géneros y estilos (teatro de actores, títeres, objetos y teatro de calle) que comparten denominadores comunes como la originalidad, la sensibilidad y el rigor.
Y es que está compañía teatral se ha especializado en la adaptación de textos narrativos y novelas con un especial cuidado del texto literario, pero siempre respetando los originales y, siempre, con un mensaje preconcebido. En el caso de su apuesta de estreno, el Pequeño Príncipe, Fabularia quiso hacer una reflexión sobre la amistad, por eso eligió el capítulo cuarto. Tan grande es la influencia del personaje inmortal y atemporal creado por Saint-Exupéry que su figura sobresale en el conjunto de una muestra que cuenta con el respaldo del Teatro Bergidum y de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Ponferrada.
Al igual que hace sobre el escenario, Fabularia Teatro también ha puesto especial cuidado en el montaje de la exposición. La luz juega un papel fundamental, como lo hace en el teatro, creando diferentes ambientes. Luces blancas que dan amplitud, sombras que provocan misterio y tonos anaranjados que transmiten calidez. Incluso, la introducción de la inauguración de la muestra fue concebida como una obra teatral, con representación incluida por parte de Raúl Gómez y Trinidad Osorio.
El teatro no se hace para contar las cosas, sino para cambiarlas», decía el director italiano Vittorio Gasman. Y eso es lo que hace Fabularia Teatro.