EL VIRUS QUE VISIBILIZÓ A LOS HOMOSEXUALES

En El VIH estalló en todo el mundo en los años ochenta y se convirtió en el eje de una revolución social que ha cambiado la fisionomía del mundo.

Lo que comenzó como un mal que afectaba tan sólo a la población gay, se transformó muy pronto en un mal que se comía el sistema inmunológico de todos. De hecho, en León el virus asesinó a cerca de dos mil personas y si bien los primeros fallecidos fueron homosexuales y drogadictos, en los siguientes diez años, la mayoría fue población heterosexual.

Sodoma y Gomorra se convirtieron en la principal imagen con la que los más intolerantes trataron de revictimizar a los ‘heridos’ por la enfermedad. La exclusión social de esta población llegó a su cima en Alemania, por entonces la RFA, donde se decretaron sanciones penales para los homosexuales contagiados que mantuvieran relaciones sexuales.

Sin embargo, los datos de León, extrapolables al resto, demostraron que el nuevo ángel de la muerte no tenía preferencias. Hombres, mujeres y niños, homosexuales y heterosexuales por igual enfermaron y murieron. Aún hoy no existe vacuna aunque sí tratamiento, si bien los virus del miedo y la intolerancia han sido desterrados en muchos países de Occidente.