«De 400.000 habitantes, sólo 150 son católicos, la mayoría de la ONU»

El contencioso político y social que gravita sobre el territorio del Sáhara Occidental hace que la misión de monseñor Acacio Valbuena, prefecto apostólico de Layoune (Marruecos), quede reducida a su mera presencia en este mundo islámico, a la asistencia religiosa y al acompañamiento de la minoritaria comunidad católica que convive en un mundo plenamente musulmán. «De los 400.000 habitantes que habrá en ese territorio, todos practican el islám, excepto 250 que son cristianos y, de éstos, apenas hay 150 católicos. Pero de los que quedan, tan sólo 30 son residentes. Los otros 120 son miembros de la Misión de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental (Minurso). Como te puedes imaginar, son pocos pero de los cinco continentes». Conflicto saharaui «Las relaciones son amistosas, aunque todavía hay perturbaciones callejeras, pero es un tema del que no me gusta hablar», afirma monseñor Valbuena cuando se le pregunta por el conflicto del pueblo saharaui, condenado a vivir en campos de refugiados en el desierto argelino. Durante años, dos oblatos han sido el único clero católico de esta prefectura apostólica, y los dos leoneses. Además de Acacio Valbuena, descendiente de Horcadas, se encuentran en ese mismo punto los leoneses Camilo González Riaño, de Prioro, y Rafael Álvarez Muñiz, de Acebedo. Estos oblatos celebran diariamente la misa. Al menos una vez al mes, uno de ellos se traslada a la iglesia de Dakhla, a 550 kilómetros de distancia, para visitar a la docena de católicos que viven y trabajan en este punto del norte de África. A sus misas del fin de semana asisten entre tres y treinta personas, desde asiáticos, subsaharianos y palestinos hasta libaneses. Lo que se dice un Pentecostés. «Estamos enfocando la misión pastoral para llegar a una nueva evangelización, esa de la que sabéis mucho los misioneros» JULIÁN LÓPEZ MARTÍN, obispo de la Diócesis de León