Diario de León

Material autóctono

Prendas de protección con sello leonés

Las dos compañías leonesas que figuran en el directorio de la Junta para fabricar material sanitario homologado creen que hay que impulsar la capacidad productiva de León y el autoabastecimiento

León

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Los vientos del coronavirus soplaron el pasado marzo los 36 años que ha dedicado la empresa leonesa Maglia Sport a la confección de prendas deportivas, para dar aire a una frenética actividad solidaria que aporta batas, buzos, mascarillas y calzas para protegerse del nuevo y cruel intruso. La compañía vuelca desde hace dos meses su experiencia, sus máquinas y sus recursos humanos en la lucha contra la enfermedad y se ha convertido en uno de los pilares de autoabastecimiento local de material sanitario.

En el directorio realizado por la Junta solo figuran dos empresas homologadas de León, Maglia Sport e Imatec, que intentan cubrir el déficit acuciante de ‘escudos’ contra el virus. De hecho, ambas opinan que es el momento de impulsar la producción local y apoyar a las compañías de León que pueden generar los productos que se necesitan sin recurrir a mercados internacionales, a veces, dudosos y poco fiables como ha ocurrido.

Un cargamento de Imatec .DL

«Todo ésto lo hacemos por colaborar, no para ganar dinero. De hecho, en las mascarillas perdemos, porque mantenemos el precio inicial que dimos al Ministerio de Sanidad, lo mismo para un vecino que venga de León, que Asturias o el que tenga una empresa», explica el responsable de Calidad y Relaciones Públicas de Maglia Sport, Jorge Arrimada.

Maglia, más empleo

La empresa acaba de incorporar a dos costureras más a su plantilla de 22 personas

Según recuerda, ante el caos inicial que trajo el Covid-19 se ofrecieron a ayudar y les llamaron directamente para colaborar con el Ejército y Sanidad. También lo han hecho para ayuntamientos, compañías y hospitales. «Recibimos correos de hora en hora todos los días y damos ya fechas de entrega para el 7 de junio», comentaba hace una semana. La parte positiva es que la avalancha de trabajo ha generado dos empleos más en una plantilla de 22 personas. «Desde el 14 de marzo no hemos elaborado prendas deportivas, solo sanitarias. Estamos sobrepasados y contentos de poder paliar el déficit de material de protección, pero es cierto que recibimos algunas llamadas subidas de tono porque todo el mundo quiere las cosas ya y no podemos favorecer a unos sobre otros», admite.

Desde Arabia Saudí a Túnez

Ante la falta de material, han recibido pedidos del Gobierno central y autonómico y de numerosos países extranjeros

Su capacidad de producción permite crear de 800 a 900 mascarillas y 100 batas al día, porque son más voluminosas. Realizan un esfuerzo extraordinario en un campo nuevo tras arrinconar los maillots de ciclismo y las equipaciones para volcarse en las mascarillas y batas. Al trabajar con nuevos tejidos y nuevas prendas tuvieron que cambiar y reorganizar el proceso de producción, «pero la finalidad merece la pena», indica. De hecho, realizaron los patronajes del material de protección y buscaron entre los proveedores los mejores tejidos certificados y reutilizables.

Con todas las homologaciones en la mano, llegó el turno de adaptar las máquinas a unas telas más gruesas, lo que implicó cambio de agujas y de algunos aparatos antes de comenzar a elaborar las prendas. Los empleados no implicados de forma directa con el proceso de producción siguen con sus tareas desde sus domicilios, mientras que en la fábrica se mantiene una actividad febril ligada al material de protección, incluido el empaquetado individual y su correspondiente etiqueta. Los cortes se realizan con un sistema láser que aprovecha el tejido al máximo, pero la elaboración de los Epis es manual.

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