Un Camino también de difuntos
Una placa y una cruz recuerdan en los últimos kilómetros bercianos a personas fallecidas
Cruz en memoria de un peregrino, saliendo de La Laguna. DL
Pasada La Laguna, en la cuesta final del Camino de Santiago a su paso por el Bierzo, y antes de llegar a O Cebreiro, ya en tierras gallegas, el peregrino se encuentra a su izquierda un pequeño pino recién plantado. La explicación está a su derecha, en una pequeña placa colocada en memoria de Ricardo Bachini Jouglard, nacido en 1956 y fallecido, según la inscripción que se puede leer, el 2 de mayo de 2021.
En la placa, su familia —su mujer y sus hijos— le definen como un gran esposo y un buen padre, y si uno pone su nombre en Google comprobará que tampoco era una persona anónima.
Un poco más abajo, saliendo de La Faba, en la misma ruta del Camino Francés, una sencilla cruz hecha con dos palos tiene a su pie, en una pequeña piedra grabada, la inscripción: M.J. O’Connor, 8 de agosto de 2018.
En los últimos años, y todo viene a cuenta del día de hoy, festividad de Todos los Santos, el Camino de Santiago se está convirtiendo en un lugar de culto y memoria para los que ya no están y han hecho las diferentes rutas. «No es que estemos en contra, pero empieza a ser más habitual de lo que quisiéramos», explica el presidente de la Asociación de Amigos del Camino en León, Anselmo Reguera.
O Cebreiro y la Cruz de Ferro, en la entrada a la comarca berciana, son dos de los puntos del Camino de Santiago donde cada vez más se produce este fenómeno. Muchas familias, explica Reguera, dejan ropa de los difuntos (botas, bufandas...) hasta el punto de que con el tiempo no queda más remedio que recogerlas por su deterioro. En otros casos, como ha pasado también en la Cruz de Ferro, hay hasta quien ha dejado la urna con las cenizas del finado.
«Cada persona que hace el Camino de Santiago viene por algo, busca respuestas a su propia existencia, o la razón de ser por la que seguir viviendo», dice Juan Luis, un peregrino, en el albergue que despide a la comarca en La Faba. «Otra cosa es que en cada tramo nos encontráramos una tumba», ironiza. En los grupos de whatsapp salen muchas fotos de estas cruces o placas, pero casi nadie sabe quiénes son.