Diario de León

Patrimonio cultural

El comité científico de la Lista Roja resuelve incluir La Recuelga

Ha solicitado información al Ayuntamiento antes de formalizar la entrada del lavadero de Santa Cruz

Vista del lavadero de carbón de Antracitas de Fabero, más conocido como La Recuelga. PONFEDRONE

Vista del lavadero de carbón de Antracitas de Fabero, más conocido como La Recuelga. PONFEDRONE

Ponferrada

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El comité científico de la Lista Roja —la que recoge los elementos del patrimonio cultural español que están sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores— ha acordado la inclusión del lavadero de La Recuelga y también del cargue y lavadero de la mina Victoriano González, ambos en Santa Cruz del Sil . Una petición registrada, a finales del pasado mes de enero, por la Junta Vecinal de dicha localidad que ha sido aceptada por el grupo de expertos de Hispania Nostra, aunque su publicación formal como parte del listado queda a expensas del pronunciamiento que se ha solicitado al Ayuntamiento de Páramo de Sil y a la propiedad, por si hubiera algún elemento o consideración que el comité desconoce y pudiera variar su decisión.

En todo caso, el arquitecto y miembro de ese grupo científico Alfonso Muñoz Cosme aseguró, en una entrevista con Diario de León, que el valor patrimonial de dichas instalaciones está fuera de toda duda, al igual que el peligro al que están sometidas al margen, incluso, del desarrollo del proyecto solar. «Que existe un riesgo para su conservación es cierto, no solo por la planta fotovoltaica, sino también porque se encuentra en un estado de conservación muy deficiente después de años de abandono. Para poder mantenerlos hay que intervenir», aseguró Muñoz Cosme.

Un paso previo

Se consulta a Ayuntamiento y/o titular por si hubiera alguna consideración que pudiera cambiar la decisión

Sea cual sea la información que faciliten el Ayuntamiento o el titular —incluido el principio de acuerdo alcanzado con la empresa promotora del parque fotovoltaico para no derribar el lavadero pero sí instalar las placas a su alrededor— lo más probable es que el comité científico de la Lista Roja ratifique la decisión que ya ha tomado. «Siempre se consulta y lo hemos hecho; pero, vamos, en este caso el valor patrimonial está fuera de duda. Son elementos muy relevantes que, dentro de la tendencia actual de valoración del patrimonio industrial y del Plan Nacional de Patrimonio Industrial, tienen perfectamente cabida», afirmó el también profesor de la Universidad Politécnica de Madrid. «Dado su estado de conservación y la situación, existe riesgo de perder parte de sus valores patrimoniales», añadió.

Alfonso Muñoz Cosme también fue claro en cuanto a la necesidad de intervenir sobre el bien en cuestión y no solo garantizar el mantenimiento en su estado actual. De nada sirve que el lavadero de La Recuelga se preserve si no se ejecuta ninguna acción encaminada a su rehabilitación. «Es un elemento del patrimonio industrial muy relevante, un hito ligado a la actividad minera de esa región. El sentido de entrar en la Lista Roja es la llamada de atención a las autoridades competentes y a los propietarios para que tomen medidas para evitar el riesgo. Y evitar el riesgo no es simplemente no derribarlo y dejarlo abandonado, porque entonces el riesgo persiste, sino que es reutilizarlo y darle un nuevo uso. Eso es lo que hay que hacer», defendió el arquitecto.

La presión social, clave

Muñoz Cosme aseguró que cada vez es mayor el número de elementos del patrimonio industrial que entran en la Lista Roja, «porque cada vez hay más sensibilización social sobre el valor de este patrimonio». No obstante, reconoció que a veces es difícil porque «son instalaciones muy grandes con una rehabilitación muy costosa». Por lo general —explicó— las que se conservan son aquellas que tienen una asociación o un colectivo de defensa detrás, «una comunidad patrimonial que se interesa, que promueve su protección, que da los pasos para que se reutilice o para que se haga un plan director o un proyecto de intervención».

«Cuando hay una asociación interesada que valora el patrimonio, lo promueve y empieza a pedir ayudas el éxito es mayor», afirmó este miembro del comité científico de la Lista Roja. «Antes, el patrimonio se planificaba desde arriba y, ahora, es más bien de abajo a arriba», apuntó para después recordar que Hispania Nostra dispone de un programa de micromecenazgo para iniciar esos procesos de recuperación.

Bien de Interés Cultural

Tanto el Club Xeitu como la Uned, el IEB y la Asociación Cultural Ferroviaria Berciana (estos últimos de manera conjunta) han presentado solicitudes ante la Junta de Castilla y León para que inicie el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de La Recuelga y su entorno. Y que se incoe ese expediente es ahora lo deseable, en palabras de Alfonso Muñoz Cosme.

«Está muy bien que se promueva la declaración de BIC. De hecho, tanto este lavadero como el cargue y lavadero de la otra explotación ya estaban en un inventario del patrimonio industrial de Castilla y León. Lo importante ahora es que se incoe ese expediente, porque a partir del momento de la incoación, el bien tiene la misma protección que si el BIC estuviera declarado», recordó. De hecho, la intención de los colectivos que han registrado las peticiones era la de, precisamente, asegurar de alguna manera su protección inmediata, pero la tramitación administrativa lleva un ritmo propio y no es tan acelerado como quisieran los demandantes.

La sociedad protege

Los bienes que, en general, se conservan son los que tienen una asociación o colectivo de defensa detrás

Fuentes de la Dirección General de Patrimonio consultadas por este periódico para conocer el estado de tramitación de esas solicitudes explicaron que, efectivamente, han sido recibidas recientemente y que «conforme a lo dispuesto en la normativa del patrimonio cultural de Castilla y León, para alcanzar una adecuada valoración de la propuesta se podrá recabar toda aquella información que se precise sobre el bien y se llevarán a cabo las gestiones y actividades de investigación e inspección necesarias». De momento, en esto está la Administración.

De hecho, de la incoación del expediente de BIC depende en gran parte el desarrollo del proyecto industrial fotovoltaico planteado por la sociedad Geninvest, especialmente tras el giro dado al haber alcanzado un principio de acuerdo con el Ayuntamiento de Páramo. No se demolerá el lavadero, pero sí se implantarán las instalaciones fotovoltaicas a su alrededor. Un plan B tampoco exento de polémica y rechazado por quienes piden una protección más amplia del entorno. También eso quedaría garantizado con el BIC.

«Lo lógico es que un bien tenga un entorno de protección. Ahora bien, ese entorno puede ser más amplio o más reducido según la características del bien, según su insertación en una trama urbana o en el paisaje, según las características del entorno... Eso lo tienen que determinar los técnicos que estudien la declaración de BIC. Cuál será ese perímetro no lo sabemos ahora», explicó Alfonso Muñoz Cosme.

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