Diario de León

Sucesos

Los ladrones de La Rosaleda dejan pegamento en la puerta

Denunciada en Comisaría la existencia de señuelos delictivos

En el barrio ponferradino no se hablaba ayer de otra cosa. L. DE LA MATA

En el barrio ponferradino no se hablaba ayer de otra cosa. L. DE LA MATA

Ponferrada

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Una vez disparadas las alarmas de avisos policiales a todas las comunidades de vecinos por robos en edificios del populoso barrio ponferradino de la Rosaleda (ver Diario de León de ayer sábado), los investigadores ya tienen varias pistas. Según pudo confirmar ayer este periódico por boca de los afectados, los ladrones han utilizado pegamento en mínimas cantidades, que colocan en las puertas de entrada de los pisos. Con ello, si el inquilino entra en la vivienda, el delincuente sabe que hay alguien dentro o que, al menos, han entrado en el recinto objetivo de robo en unas determinadas horas previas.

El modo de actuación es sencillo: Vierten un poco de pegamento en la rendija situada entre el marco de la puerta y la puerta; y después de un tiempo de espera, (que pueden ser incluso días), comprueban si el delicado y casi invisible sellado se ha roto o no. Es como si fuera un discreto precinto hecho con el citado material trasparente, apenas imperceptible para el dueño de la vivienda o para cualquiera que no se fije.

Por eso, sabiendo los métodos que utilizan los delincuentes, ayer el tema de conversación en Ponferrada, y en especial en el barrio de La Rosaleda donde se han detectado los problemas, no era otro que revisar si aparecen señales dejadas por los ladrones a la entrada.

No sólo pueden utilizar pegamento, sino también dejar otro tipo de marcas, como cinta celo, dejar papel en alguna zona o el manejo del felpudo de la entrada. La policía está investigando, después de que el año pasado por estas mismas fechas fueran robadas en al menos seis viviendas.

Ayer, este periódico hablaba con una de las mujeres afectadas, a las que le entraron en el piso y le robaron las joyas que tenía en el dormitorio. Le desaparecieron relojes, pulseras y objetos de valor. Cuenta que a otra vecina también le llevaron, ademas de las joyas, sobres con dinero en efectivo. Todo con el método bumping , al disponer de una llave maestra que no fuerza la cerradura.

Testimonio directo

«Revolcaron toda la habitación, me robaron joyas que quería mucho y estuve unos días obsesionada con que veía encapuchados dentro de mi casa», relata una de las vecinas afectadas hace un año. Asegura que cambiaron la cerradura por otra de mayor seguridad, pero aún así mantiene el temor.

La mayoría de las personas que se van de vacaciones recurren a vecinos o familiares para que les controles la vivienda y entren dentro. También se han reforzado las medidas de seguridad con alarmas especiales que traten de disuadir, aún cuando se han dado casos de ladrones que las han anulado.

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