Mañueco no asume ninguna responsabilidad y achaca sólo a «la naturaleza» los 30.000 hectáreas arrasadas
El presidente de la Junta, Fernández Mañueco, afirmó ayer que el incendio declarado en la provincia de Zamora, que ha arrasado 30.000 hectáreas de terreno, «fue culpa de la naturaleza» y ante las llamas su gobierno desplegó «todos los medios a disposición».
En su cara a cara en las Cortes de Castilla y León, Mañueco acusó al socialista Luis Tudanca de «gozar» y «regodearse» con las desgracias, hasta el punto de que le ha situado como surtidor de «latas de gasolina» en el incendio, mientras que el líder del PSOE retó al presidente a que vaya a la zona afectada y les diga a los vecinos y a los integrantes del operativo que todo ha funcionado bien: «Eso no es capaz de decírselo a la cara a los vecinos de la Sierra de la Culebra y al operativo que se ha dejado la piel».
Tudanca, que anunció que pedirá una comisión de investigación, preguntó a Mañueco por quién toma las decisiones en el Gobierno de Castilla y León y le recordó algunas de las decisiones anunciadas en las últimas semanas y la gestión de crisis como las de Siro o el propio incendio de Zamora, a lo que el presidente replicó que las decisiones las toma «el Gobierno legítimamente salido de las urnas en febrero».
Sobre el incendio en Zamora, que centró junto al Diálogo Social buena parte del duelo parlamentario, el dirigente socialista ha comenzado por decir que «nadie» le culpa de que haya un incendio, pero sí de que «no haya los medios suficientes para atajarlos» y de que se niegue que «el cambio climático ha llegado para quedarse».
El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, sostuvo que, con las condiciones atmosféricas, «era imposible acometer el incendio», que amenaza con convertirse en el mayor en España desde que hay registros.
La dimisión de Quiñones la pidieron ayer también los sindicatos UGT y CCOO por negligencias. Le acusan de que el operativo estaba al 25 % debido a que la Junta no había declarado el nivel extremo de riesgo de incendios, que entra en funcionamiento cada 1 de julio.