Diario de León

Drogas

El consumo de cocaína acelera su escalada

POR PRIMERA VEZ desde que Proyecto Hombre elabora su informe sobre drogodependencias, los adictos que acuden a sus centros por problemas con la cocaína adelantan a los alcohólicos. Su consumo aumenta un 44% en ocho años, mientras que la heroína casi ha desaparecido

Un grupo de jóvenes con bolsas llenas de botellas para hacer un botellón. NACHO GALLEGO

Un grupo de jóvenes con bolsas llenas de botellas para hacer un botellón. NACHO GALLEGO

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El consumo de cocaína parece que no tiene techo en España. Los adictos a esta droga no solo se han disparado en los últimos años sino que los datos demuestran que van a más, que aceleran su ritmo de crecimiento. Así lo indica el Observatorio Proyecto Hombre, la mayor oenegé española dedicada al tratamiento de las drogodependencias, que atiende a unos 19.000 españoles cada año. La organización cuenta en la provincia con dos sedes, una en León y otra en Ponferrada, para el tratamiento de las adicciones para los colectivos más vulnerables y con dificultades en la inserción sociolaboral. Hoy es el día internacional contra las drogas.

Aunque es habitual que muchos adictos sean politoxicómanos, la sustancia principal más consumida es la cocaína, que tiene enganchados a cuatro de cada diez personas que acuden a pedir ayuda a esta organización. Su peso sobre el total de las adicciones no ha dejado de crecer desde finales del siglo pasado, pero se ha disparado en la última década. En ocho años ha pasado de ser la adicción fundamental del 27% de los usuarios de Proyecto Hombre a condicionar la vida del 39%, lo que significa un aumento del 44% en muy poco tiempo. Pero lo peor es que esta peligrosa tendencia se aceleró en 2020. Durante el año de la pandemia no hubo aumento del consumo general de estupefacientes, pero los adictos a la cocaína subieron un 11%. Sumaron en doce meses la cuarta parte de todo el crecimiento desde 2013.

Sólo el 16%, mujeres

El perfil del usuario es un hombre de 38 años, con trabajo y vida sociofamiliar estable

La droga dura que en la década de los noventa desbancó de la cúspide en este funesto ránking a la heroína, la cocaína, no para de expandirse mientras el ‘caballo’ prácticamente ha desaparecido. Las papelinas que arrasaron a una generación de españoles, sobre todo en los años ochenta, tienen hoy un uso marginal tanto entre hombres como entre mujeres. Las emplean el 2,5% de los adictos que recurren a Proyecto Hombre. Justo la mitad que hace ocho años. La segunda droga que más adictos provoca es el alcohol. Es un producto que ingieren de manera abusiva el 36% de los que piden ayuda y que, además, es la sustancia principal a la que están enganchados el 23%. El único dato positivo es que el porcentaje de adictos atendidos no ha sufrido prácticamente vaivenes en una década. Está estabilizado. La suma de cocaína y alcohol supone el 75% de los pacientes de la oenegé.

La tercera sustancia más popular es el cannabis. Los enganchados a este derivado del cáñamo, un 7,3% de los que atiende la organización, comenzaron en la última década un descenso suave, pero paulatino. Son un 17% menos que en 2013, con caídas en el último año entre los hombres y un repunte entre las mujeres.

La anfetamina frena Entre las adicciones minoritarias destaca la anfetamina. Los usuarios que acaban por acudir a Proyecto Hombre por culpa de este potente estimulante sintético son pocos, el 1,8%, pero se han duplicado en ocho años. En 2020, sin embargo, se frenó la tendencia con un descenso del consumo problemático, posiblemente mermado por el confinamiento y las limitaciones al ocio en general y sobre todo al nocturno.

El informe destaca una diferencia radical en las adicciones según el sexo. Mientras entre los hombres la cocaína es claramente el problema para el 41% de ellos, entre las mujeres la sustancia que más condiciona su vida es el alcohol. Lo hace en el 36% de los casos, pero además con una influencia enorme. Mientras los adictos a la cocaína entre los varones son once puntos más que entre ellas, la mujeres enganchadas al alcohol son casi 16 puntos más que los hombres.

El perfil mayoritario de los usuarios de Proyecto Hombre es un varón de unos 38 años, con trabajo y vida sociofamiliar estable, pero con un nivel de formación bajo. Solo el 16,5% de quienes les piden ayuda son mujeres, pero Elena Presencio, directora de la asociación, tiene claro que es porque en España existe un enorme número de «adictas ocultas».

Más allá de España

Mujeres con serios problemas con las drogas, pero que no se atreven a dar el paso porque la sociedad les estigmatiza más que a los hombres, porque tienen menos apoyo social que los varones y porque son más «vulnerables», pues suelen soportar más cargas familiares y pertenecer a colectivos que están en riesgo de exclusión social.

No es un problema solo de España. A la vista de los datos es un error de los ciudadanos en todo el mundo. Según denuncia la Organización de Naciones Unidas y corroboran las oenegé españolas, la sociedad, y de manera especial los más jóvenes, han dejado de percibir con claridad los riesgos para la salud y la convivencia derivados del consumo de drogas. El descenso de la percepción de riesgo en Europa es del 25% y en Estados Unidos del 50%. En España, las drogas eran en 1994 la segunda preocupación de la sociedad. Ahora solo desvelan al 0,2% de los preguntados y están a la cola de las preocupaciones.

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