Diario de León

El equipo covid cierra la campaña y los contratos

El grupo puso ayer las últimas vacunas de llamamientos masivos

El equipo covid del Bierzo realizó ayer la última jornada de vacunación masiva . ANA F. BARREDO

El equipo covid del Bierzo realizó ayer la última jornada de vacunación masiva . ANA F. BARREDO

León

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El equipo covid del área sanitaria del Bierzo echa el cierre a la campaña de vacunación masiva. En el vacunódromo de Ponferrada, habilitado en las piscinas climatizadas desde el 28 de abril, se han puesto 150.000 de las 200.000 dosis inoculadas, incluidas las residencias de mayores. El grupo de 25 personas (20 personal de enfermería, 3 administrativos y dos auxiliares de enfermería) dedicado a inmunizar a la población berciana trabajó ayer por ultima vez. La campaña de vacunación masiva acaba también con doce de los veinte contratos que se firmaron para este cometido. «Los contratos se hicieron para seis meses y justo acaban hoy (por ayer). El equipo sigue ahora con ocho enfermeras, que pondrán las terceras dosis en las residencias, si es que no tenemos que recurrir de nuevo a esos contratos si hay que asumir más vacunación con terceras dosis», explica Alfredo Lombardero, que desde el 28 de abril está al frente del diseño de vacunación en el Bierzo. A partir de hoy, las personas que todavía no estén o a las que le falta por completar la pauta tendrán que pedir cita para acudir a los centros de salud correspondientes.

Pero el equipo covid no estuvo solo. Para que la campaña resultara un éxito necesitó de la colaboración de una docena de voluntarios de protección civil, celadores, personal de limpieza, un enjambre bien organizado para que las jornadas resultaran fluidas, pese a las masivas asistencias en determinados grupos de edad. El 100% de los bercianos de más de 70 años tienen la pauta completa, de 60 a 70 años el porcentaje alcanza el 99%, de 40 a 60 años, el 87%, de 20 a 40, el 75% y de 12 a 19 tienen puesta ya una dosis el 80%. «A este grupo de edad nos queda población por vacunar con la segunda dosis y los que menos porcentaje de vacunación tiene son los que tiene entre 20 y 50 años».

Pero las piscinas climatizadas no fueron la primera opción. Los responsables sanitarios del Bierzo pensaron primero en el pabellón Lidia Valentín, en el estadio municipal El Toralín, un intento fallido al limitarse desde el primer momento el número de vacunas que llegaron al Bierzo. «Planificamos un vacunódromo con diez líneas de vacunación. Lo teníamos todo preparado para poner 40.000 dosis diarias, pero la realidad es que nos llegaban 40.000 dosis a la semana. No había vacunas suficientes para desplegar a tanto personal». El reparto semanal de la Junta distribuye en el Bierzo el 30% de las dosis que llegaban a la provincia.

«Lo descartamos y pensamos otra opción», recuerda. La carpa levantada en el Hospital El Bierzo durante la pandemia parecía la mejor opción, un espacio más reducido ajustado a la distribución de vacunas. «Empezamos a vacunar allí y nos vimos desbordados. Era un espacio pequeño y la gente respondió masivamente. Allí pusimos las vacunas a los primeros grupos etarios, personas mayores, personal esencial...pero nos dimos cuenta que se quedaba pequeño para los llamamientos masivos que quedaban por llegar». Entonces se pensó en las piscinas climatizadas. «Presentamos un protocolo, con medición de CO2, riesgos laborales y protección. Y el 28 de abril arrancó la vacunación masiva».

El equipo se trasladaba dos veces a León para recoger las vacunas congeladas. «Decían que, una vez descongeladas, las vacunas de Pfizer perdían eficacia a los cinco días. Teníamos que andar finos para ponerlas todas. Luego dijeron que, una vez fuera del congelador, se conservaban durante 30 días, así que retrasamos los viajes a León».

El comienzo de la campaña, alimentado por la incertidumbre de las decisiones políticas y sanitarias sobre los grupos de edad a los que se destinaban las distintas vacunas o la polémica con la retirada de Astra Zeneca, obligaba a cambiar los planes. «Cada día había algún cambio y no sabías con qué te ibas a despertar». En el Bierzo, más del 90% de los que se pusieron la primera dosis con Astra repitieron con esta vacuna. «No ha habido ninguna reacción adversa importante. En las jornadas de vacunación nos hemos encontrado con las reacciones normales, mareos y sarpullido en la piel. Una vez tuvimos que llevar a una señora al hospital porque no se le pasaba el mareo, pero se recuperó pronto».

Durante la campaña hubo también quejas en Laciana, que pedía un punto de vacunación para evitar desplazamientos. «Vacunamos en Ponferrada a los menores de 40 años, el resto se vacunó en los centros de salud de Laciana. También se vacunaron allí a los que tienen entre 12 y 16 años, como también se vacunaron en Puente de Domingo Flórez».

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