Diario de León

«La época de los godos es apasionante y corría la sangre»

Una sangría de reyes. El profesor y escritor Santiago Castellanos presenta, a las 18.30 horas en el salón de actos del Ayuntamiento de León, su quinta novela, ‘Rey de los godos’, un libro cargado de intrigas políticas, que chorrea sangre.

El escritor y profesor de la Universidad de León Santiago Castellanos sostiene su nueva novela. ÓSCAR ROBRES

El escritor y profesor de la Universidad de León Santiago Castellanos sostiene su nueva novela. ÓSCAR ROBRES

León

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«Los godos son un coñazo. Hasta hoy». Cuando un escritor comienza así una multitudinaria presentación de su novela es fácil que el público contenga el aliento. El profesor de Historia Antigua de la Universidad de León Santiago Castellanos aborda en su quinta novela una época escrita con sangre que cambió los designios de España. Rey de los godos (Edhasa) sitúa la trama en los siglos VI y VII. El hilo conductor son las memorias de Sergio, un anciano que rememora una amarga vida que le ha permitido estar en la «cocina de todas las decisiones políticas» que se van a tomar en el regnum Gothorum. Entre ellas, la conversión de los godos al catolicismo —hasta entonces eran cristianos arrianos, que negaban la divinidad de Jesucristo—. Las ciudades de Toletum (Toledo) y Emérita (Mérida) son los dos escenarios por los que desfilarán los personajes históricos y algunos ficticios, como el protagonista y la noble Elia.

Castellanos llama la atención sobre sus nombres, ambos romanos, para destacar que «los godos son una minoría de la población, en comparación con los hispanorromanos». Las páginas del libro chorrean sangre, porque los reyes godos se suceden en el trono por la vía del asesinato. Hasta tal punto que los francos de la época acuñan la expresión ‘ morbus gothorum’ — el mal de los godos o el morbo de los godos—, en alusión a que mataban a un rey para poner otro. De hecho, en el relato de Sergio desfilan seis monarcas: Agila, Atanagildo, Leovigildo, Recaredo Sisebuto y Witerico. Otro de los personajes cruciales de la novela es san Isidoro, que, como recuerda el autor, «es el personaje más importante de Europa después del Imperio Romano», cuyos restos están preservados en la colegiata leones a joya del románico.

El joven San Isidoro

En la novela el santo sevillano aparece en su época juvenil, a la sombra de su hermano, el obispo Leandro, que «es uno de los cerebros grises de todas las decisiones políticas. Al principio apuesta a caballo perdedor, por Hermenegildo, hijo mayor de Leovigildo y hermano de Recaredo, que se rebeló contra su padre y desató una guerra civil. Leandro llega a viajar a Constantinopla a pedir dinero para la causa del rebelde. Cuando pierden la guerra civil y se impone Recaredo —tras la ejecución de Hermenegildo—, el hermano de san Isidoro colabora con el monarca en el III Concilio de Toledo, en la primavera del año 589. Es aquí donde el reino de los godos oficializa la conversión al catolicismo. Un pacto entre los godos y los obispos, que fueron «hábiles propagadores de la ideología en el reino, a cambio de ganar influencia política». Esa alianza entre el poder político y los obispos católicos se mantendrá en la Edad Media y también en Edad Moderna. «En todos los sistemas políticos que ha habido en España siempre se ha dado esa simbiosis entre monarquía hispánica y catolicismo».

La intención de Castellanos es llegar al gran público con una novela amena y enseñar al lector sobre una época denostada. «La idea de la monarquía católica será un modelo que querrán imitar todos los reinos el de León, el de Castilla, Aragón, los Austrias y los Borbones.

«Cuando los Borbones vienen a España en el XVIII y ordenan construir el Palacio Real, llenan la plaza de Oriente de estatuas reyes godos. Necesitan una legitimidad y, siendo una dinastía francesa, pretenden anclarse en el reino hispánico», explica Castellanos. El autor del Rey de los godos considera que esa época ha sido «muy manipulada desde el punto de vista histórico».

La novela está llena de intrigas y política, pero también hay amor y desamor y la pasión de un personaje que quiere estar en los grandes focos del poder. «Con él el lector se va a colar en las entretelas de la alta política».

Pese al olvido de esta época —y eso que una generación de este país memorizó en la escuela la lista íntegra de los reyes godos—, existe muchísima documentación, según el escritor. «Hay muchas fuentes y todas están en latín, porque es la lengua escrita. Hay leyes, cartas, concilios, que es una fuente increíble, crónicas e historias. Mucha documentación, aunque es difícil de estudiar», dice. «De los godos sabemos muchísimo. Hay documentación desde el siglo III, en el sur de Ucrania, donde hoy están en guerra». La ‘mala prensa’, cuando no desinterés, procede de «asociar a los godos con la caída de los romanos. Piensan que fue Alarico quien saqueó Roma, cuando los godos eran grupos totalmente romanizados. No eran salvajes. Era un pueblo muy civilizado», afirma. Y en el caso de España, los godos no despiertan la misma admiración que los romanos, porque, según Castellanos, «los reinos posteriores los han instrumentalizado y han manipulado esa historia en su propio beneficio».

El León del siglo VI

En el tiempo en el que transcurre Rey de los godos, León ciudad, que tras la dominación romana había quedado en la órbita de los suevos, es anexionada por Leovigildo a finales del siglo VI a los visigodos».

«Aunque sea una época que da miedo desde fuera es muy entretenida». Castellanos admite que los godos, a priori, son «un tema disuasorio». Sin embargo, se trata de una época muy relevante, muy larga y «se toman decisiones que cambian el rumbo de este país».

Sostiene el profesor que «ha habido un deterioro en la enseñanza de la Historia. «Hay un déficit en los planes de estudio, en Primaria y en Secundaria y en Bachillerato. Hay lagunas tremendas. Los estudiantes no tienen la culpa. Son víctimas de un sistema educativo que tiene auténticos agujeros negros. La culpa es de un sistema que ha barrido asignaturas completas de historia de España y universal».

El escritor, en plena gira de presentaciones, estará acompañado en León por Penélope Acero, una de las editoras de novela histórica más importantes de este país.

Tras el éxito de Martyrium , Castellanos publicó Barbarus, una novela que nos descubre que ni los romanos eran tan romanos ni los godos tan godos. Luego llegó Gothia: Muerte en Barcinona, sobre el asesinato del rey Ataúlfo; además de una decena de ensayos sobre los visigodos. El autor ambienta de forma magistral el ocaso del Imperio Romano y en El libro de los crímenes lo hace desde un prisma diferente: el de aquellos «primeros herejes que nos demostraron que, tanto entonces como en la actualidad, el arma más peligrosa que puede empuñar un hombre contra un imperio son sus ideas».

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