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Homenaje al grafitti
El fotógrafo leonés Vidal Manceñido presenta en Caja España sus retratos de los artistas de la noche europea
Manceñido, junto a uno de sus peculiares «grafirretratos»
león
La sala de exposiciones del Centro Cultural de Caja España, en la calle Santa Nonia, presenta estos días una de las muestras más espectaculares de la temporada. Se trata de una colección de más de treinta fotografías, reproducidas digitalmente a gran tamaño, en las que se recoge una colección de rostros rescatados de los grafitti que su autor, el berciano Vidal Manceñido, se ha encontrado en sus viajes por España, Portugal y la Europa central.
Confiesa el fotógrafo que su labor se ha limitado a reflejar una realidad que se manifiesta en la mayoría de las calles de las ciudades del siglo XXI: «Los grafiteros son grandes artistas, aunque hay lugares donde trabajan con una mayor calidad. De los países que he recorrido fotografiando sus paredes, creo que los grafitti más interesantes se sitúan en las ciudades del centro de Europa, aunque también los hay muy buenos en Portugal. Este trabajo lo he realizado a lo largo de cinco años».
La exposición sorprende por su enorme colorido y por la gran fuerza que tienen todos los dibujos que se plasman en las fotografías digitales. «He procurado seleccionar los motivos de forma que estén representados los mas diversos estilos, utilizando siempre el retrato y el primer plano como nexo de unión para esta colección», asegura este creador berciano.
Explica el artista que, en un reportaje fotográfico, «el componente creativo pasa a un segundo plano, aunque esto no quiere decir que desaparezca. Una vez retratados los motivos de los grafitti, he intentado que en ellos se refleje mi estilo personal a través, sobre todo, del tratamiento del color».
La exposición, que se titula
, ha recorrido ya prácticamente toda la provincia, siguiendo el itinerario de las salas de Caja España, y en cada sitio ha habido algunas diferencias. «La colección -”explica el autor-” está formada por unas sesenta fotografías de grandes dimensiones, y he procurado que en cada una de las exposiciones realizadas a lo largo y ancho de la provincia pudieran verse algunas distintas. Por ello en cada sitio he ido cambiándolas hasta llegar a este momento. Naturalmente, debido a su amplitud, en esta sala he podido poner el mayor número de fotografías. Pero podría haber llenado una el doble de grande».
Conservar lo efímero
Una muestra doblemente interesante, primero por la belleza y el colorido de los grafitti que Manceñido ha recogido en varios países europeos, y segundo por la plasmación y conservación de unas obras que, según su propia filosofía, están destinadas a desaparecer. Una estupenda oportunidad para conocer a esos misteriosos artistas de la noche, en muchas ocasiones anónimos, que llenan de color y de mensajes de rebeldía las calles de las ciudades del mundo.
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