Diario de León

Historia

La mentira que condenó al leonés Ángel Pestaña

El historiador Sergio Giménez rescata la figura del político y sindicalista berciano

León

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Hay episodios fortuitos que cambian el curso de la historia. El 28 de febrero de 1934 el político y sindicalista leonés Ángel Pestaña accede a entrevistarse con José Antonio Primo de Rivera. Se reúnen a cenar en el restaurante Glaciar de Barcelona.

Al parecer, en octubre de 1933 Mussolini había aconsejado al fundador de Falange, durante una breve visita a Italia, que incorporase a su partido a un líder obrero carismático. El encuentro fue utilizado por los enemigos de Pestaña —de izquierdas y de derechas— para desacreditarle.

El historiador mallorquín Sergio Giménez a partir de ese episodio teje un ensayo que rescata la figura de «un líder importantísimo».

El historiador mallorquín Sergio Giménez .DL

En Ángel Pestaña, falangista. Anatomía de una mentira histórica (Editorial Piedra Papel Libros) el autor desvela la irrelevancia de aquel encuentro y traza la biografía de un hombre que se enfrentó al mismísimo Lennin en el Congreso de la Internacional Comunista de 1920, celebrado en Moscú. Pestaña también rebatió a Trotski.

«Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad», decía Goebbels, ministro de Propaganda del tercer Reich. Es lo que le ocurrió a una de las máximas figuras del sindicalismo español e histórico militante de la CNT.

Giménez explica que «la única versión fiable» la ofrece Ángel María de Lera en su biografía Ángel Pestaña. Retrato de un anarquista, porque el propio sindicalista leonés se la cuenta personalmente al escritor, que fue comandante del ejército republicano y represaliado del franquismo.

Cita con Primo de Rivera

El historiador mallorquín sostiene que Pestaña aceptó el encuentro con Primo de Rivera «por curiosidad», a pesar de que «José Antonio era un fascista y Pestaña un antifascista». A Giménez le ha ayudado en su libro Miguel Ángel Varela, director del Teatro Bergidum y autor de un libro sobre Pestaña. «Hasta la fecha de su nacimiento figura mal. Nació el 11 de febrero —y no el 14— de 1886 en Santo Tomás de las Ollas», aclara.

El escritor no oculta su admiración por los personajes injustamente olvidados, como ha ocurrido también con el poeta Antonio de Hoyos, el sindicalista Melchor Rodríguez, el ‘Ángel rojo’, o el diputado, abogado y sindicalista Benito Pabón, que tuvo una vida de novela y acabó enjaulado por los japoneses en Filipinas durante la II Guerra Mundial.

En su opinión, «Pestaña era un hombre incómodo para los comunistas, a los que criticó sus maniobras de infiltración en el ejército; se enfrentó a los anarquistas y montó su propio partido; y el franquismo tergiversó la historia para dar un aire social a la Falange».

A los 14 se quedó huérfano, tras la muerte por bronconeumonía de su padre

Giménez sostiene que el protagonista de su libro era más práctico que teórico, quizá por su escasa formación. Con sólo diez años ya bajaba a una peligrosa mina inundada. A los 14 se quedó huérfano, tras la muerte por bronconeumonía de su padre en un oscuro cuartucho donde le vio agonizar durante cuatro días. Su padre quería que fuera sacerdote, para que aprendiera a leer y escribir, no como él, que jamás fue a la escuela. Pero de herencia únicamente le legó una deuda de 27 pesetas. Nadie le ayudó.

«Nunca como entonces comprendí la ingratitud humana ni la dureza de sentimientos que crea la pobreza», escribió al evocar aquella época. Minero, peón ferroviario, estibador, alpargatero y relojero fueron algunos de los oficios que desempeñó en los años siguientes. Durante una protesta para exigir la jornada de ocho horas fue detenido. En la cárcel —cuenta Giménez— recibió una carta con comida y una nota de los anarquistas. A partir de entonces sería anarquista hasta el final.

"Aunque en 1933 se desvinculara de la CNT nunca abandonó el anarquismo"

«Aunque en 1933 se desvinculara de la CNT y un año después funda el Partido Sindical —con la mitad de los afiliados procedentes de UGT—, nunca abandonó el anarquismo». El autor de Anatomía de una mentira histórica asegura que «Pestaña fue el mejor organizador que tuvo la CNT. De hecho, le llamaban del sindicato de tejedoras o de los estibadores del puerto cuando tenían conflictos.

El periódico Solidaridad Obrera lo convirtió en diario y profesionalizó a la redacción, que hasta entonces no cobraba. Su virtud o defecto fue conciliar la política y el sindicalismo, aunque siempre le dio más importancia a lo segundo». El historiador mallorquín destaca que el leonés quiso llevar el sindicalismo a las instituciones, como hizo el laborismo inglés.

«Fue un líder en toda regla». Pero le faltó tiempo. Funda el partido en 1934 y en 1936 él y Benito Pabón fueron elegidos diputados por el Frente Popular. Logran tener 30.000 afiliados. El partido se desintegró en la Guerra Civil por la prematura muerte de Pestaña el 11 de diciembre de 1937. A su entierro acuden personalidades como Indalecio Prieto o Lluís Companys.

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