Diario de León

El Nobel de San Froilán

Dos Leteo leoneses, entre los favoritos. El francés Michel Houellebecq y el rumano Mircea Cartarescu son los máximos favoritos a recibir el Nobel de Literatura, que se falla el día de San Froilán. Ambos son ganadores del premio leonés Leteo. Dos de los autores más rompedores y extravagantes del momento

Mircea Cartarescu

Mircea Cartarescu

León

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La Academia Sueca no facilita la lista de nominados, vacío que ocupan las casas de apuestas. Dos premios Leteo figuran como favoritos para alzarse con el Nobel de Literatura, que se falla el día de San Froilán: el francés Michel Houellebecq y el rumano Mircea Cartarescu. Peor posicionado hay otro ganador del premio literario leonés más internacional, el británico John Banville.

Un ‘lunático’ llamado Houellebecq puso como condición para recoger el premio en León en 2005 poder asistir con su perro, con el que se paseó por el escenario del Auditorio.

El autor de Las partículas elementales , su mascota y Fernando Arrabal —que insistió en participar en la ceremonia— formaron una improvisada y surrealista performance que dejó atónito al público. Houellebecq, a pesar de hablar correctamente castellano, se negó a pronunciar una sola palabra en español. Y a punto estuvo de no recoger el premio cuando una azafata del Auditorio le prohibió entrar con el perro. El poeta leonés Rafael Saravia, alma de los premios Leteo, tuvo que echar a correr tras él; finalmente, le dio alcance en San Marcos. En 2017 recibió el Leteo el escritor rumano Mircea Cartarescu. Censurado durante la dictadura de Ceaucescu y poco conocido aún en España, Cartarescu (Bucarest, 1956) es un autor complejo, deslumbrante y dueño de un universo onírico insuperable. Algunos sectores de la crítica le han ‘encasillado’, con poca fortuna, como un posmoderno. El poeta rumano que no escribe versos se consagró con Nostalgia , uno de los textos más originales y revolucionarios de las últimas décadas. Cartarescu es también autor de novelas como Lulu, historia de una obsesión, que sumerge al lector en el mundo de lo surreal, un libro de complicada lectura, al igual que su epopeya cómica Levantul , en la que recurre a los capítulos del Ulises como fuente de inspiración. Tiene sentido que reconozca que todos sus libros son mapas de su cerebro. La pasión por la lectura llegó a ser casi una «patología esquizofrénica», según sus palabras. Y es que el autor de la trilogía Orbitor —obra monumental que tardó en escribir catorce años— trabaja minuciosamente sus manías. «Vivir en Rumanía es como nadar en un piscina de ácido sulfúrico, y a veces me gustaría salir del agua», confesó Cartarescu en León.

El escritor se enfada periódicamente con su país, aunque sus obras destilan el dolor que sufrió por ser rumano y por haber nacido en un momento equivocado de la historia. «No han vuelto los vampiros, pero Rumanía es un país oscuro y gris», ha afirmado con cierto sarcasmo. Cartarescu no sabía que Leteo es el río del olvido en la mitología griega. «No conocía el origen del nombre y me ha agradado mucho, me ha parecido profundamente simbólico».

«Un escritor de verdad no quiere curarse. Quiere dejar todas sus heridas abiertas. ¿Qué puede llegar a escribir quien no sufre? No, no creo en la cualidad curativa de la literatura... de hecho, lo que hace precisamente la literatura es tocar, abrir más las heridas. Y eso es algo bueno», confesó a este periódico.

Nobel durante 40 minutos

El escritor irlandés John Banville, que firma sus novelas negras como Benjamin Black y también Premio Leteo, fue Nobel de Literatura durante 40 minutos. Recibió una llamada de Estocolmo en la que le anunciaron que era el ganador. Su hija le dijo que era una broma. Marcó el número de teléfono y el mismo interlocutor le aseguró que había sido un error y que el próximo año se lo darían.

Algunos candidatos eternos al premio como los norteamericanos Paul Auster o Sharon Olds, ambos premiados con el Leteo, no aparecen esta edición en las quinielas de las casas de apuestas.

Entre los mejor posiciones, además de Houellebecq y Cartarescu, la china Can Xue, cuyo nombre real es Deng Xiaohua, autora de El Lago y América , donde explora la psicología humana a través de paisajes oníricos y personajes enigmáticos; el argentino César Aira, conocido por Cómo me hice monja, cuyo protagonista es un niño de seis años que dice ser, alternativamente, un chico y una chica; la canadiense Margaret Atwood, creadora de la famosa novela El cuento de la criada; la poeta también canadiense Anne Carson; sin olvidar a dos eternos candidatos: el japonés Haruki Murakami, autor de Tokio blues; y el portugués Lobo Antunes, autor de una brillante y dilatada obra que comenzó en 1979 con Memoria de elefante. El premio Cervantes leonés Antonio Gamoneda no figura en las quinielas, donde sí ha figurado en otras ediciones del galardón dotado con 950.000 euros, una medalla y un diploma.

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