Diario de León

Las ruinas más premiadas de León

Europa condecora a Eslonza. El estudio de arquitectura leonés Rodríguez Valbuena vuelve a ser premiado por su intervención en el monasterio de Eslonza. La Comisión Europea y Europa Nostra le han concedido el máximo galardón a una intervención en Patrimonio. Este mes comienzan las obras que concluirán la restauración iniciada en 2015.

Imagen de archivo de la monumental entrada del monasterio de San Pedro de Eslonza. MARCIANO PÉREZ

Imagen de archivo de la monumental entrada del monasterio de San Pedro de Eslonza. MARCIANO PÉREZ

León

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Cuando los arquitectos Andrés Rodríguez Sabadell y Susana Valbuena Rodríguez llegaron a Eslonza en 2015 para salvar las ruinas del que fue ‘El Escorial leonés’, el paisaje era desolador. Más de 6.000 metros cúbicos de escombros, que alcanzaban los tres metros de altura, mantenían sepultadas las ruinas del monasterio de San Pedro de Eslonza, declarado Monumento Nacional en 1931. Bajo los ‘montículos’ de maleza yacían las estructuras que habían resistido al tiempo, el abandono, el expolio y las ideas del obispo Luis Almarcha de desmantelar las portadas y reutilizarlas en la iglesia de Renueva.

La intervención del estudio de arquitectura Rodríguez Valbuena resultó providencial. Consolidaron los restos, sacaron a San Pedro de Eslonza de la Lista Roja de Hispania Nostra y obtuvieron en 2021 el premio europeo de Intervención en el Patrimonio Histórico. Durante cuatro años trabajaron en sacar a la luz la traza original de un monasterio con 1.200 años de historia, aunque sufrió diversas alteraciones a lo largo de su historia, hasta alcanzar todo su esplendor tras su reconstrucción en el siglo XVI.

La Comisión Europea y Europa Nostra volvían a premiar ayer a la pareja de arquitectos leoneses por su proyecto de conservación y reutilización del patrimonio en San Pedro de Eslonza. Se trata del máximo galardón de los premios europeos de Patrimonio, en el que han selecionado otros 27 proyectos.

Europa ha valorado de la actuación de Eslonza que «incluyó investigación arqueológica, consolidación y rehabilitación para las visitas turísticas, y que destaca por su encomiable sostenibilidad técnica, económica y social».

Para Rodríguez Sabadell, el premio, el máximo que se concede a una intervención en Patrimonio en Europa, «es un respaldo al mundo rural y a un territorio que es vulnerable». Al arquitecto leonés le hace especial ilusión que «se defiende una intervención más humilde y sencilla». Y es que el proyecto tuvo muy en cuenta el entorno, de forma que las ruinas del monasterio están ahora discretamente integradas en el valle de Eslonza, como un elemento clave del paisaje. El artífice destaca que la Eslonza no es ahora una «ruina inútil», sino que pasa a ser un espacio dinamizador que produce la movilización del entorno. Recuerda que el Ayuntamiento lleva dos años celebrando conciertos, que la Fundación Cerezales ha escogido este escenario para el ciclo sonoro Secuencias y que habitualmente se hacen también presentaciones de libros.

Los arquitectos leoneses recibirán el premio en la ceremonia de los Premios Europeos de Patrimonio, que tendrá lugar el 28 de septiembre en el Palazzo del Cinema en Venecia, en la que serán anunciados los ganadores del Grand Prix y el ganador del Premio del Público, elegidos entre los 28 ganadores de este año, que recibirán un premio monetario de 10.000 euros cada uno.

Una restauración con ‘minarete’

El galardón no podía llegar en un momento más oportuno. Eel monasterio sufrirá la última intervención de esta magna restauración. Las obras ya han sido contratadas y comenzarán este mismo mes. Con un plazo de ejecución de medio año y un presupuesto de 228.563 euros (sin IVA), en esta fase apearán un muro «muy esbelto», un farallón que corre peligro de desplomarse. Montarán un ‘castillete’ en madera para sustentarlo y una escalera muy singular que permitirá contemplar todo el monasterio. Una idea sin duda muy original. Explica el arquitecto que con esta actuación se culminará, además, la exavación de toda la planta del monasterio. En total, desde 2015, salvar Eslonza ha supuesto una inversión de casi 700.000 euros, financiados por la Diputación, el Ayuntamiento de Gradefes y el Ministerio de Fomento, además de la pequeña aportación de 30.000 euros aportados por la Junta.

Las ruinas de Eslonza ahora permiten imaginar el esplendor de este monacato benedictino que albergó a los dos ilustrados más famosos, Gaspar Melchor de Jovellanos, que ejerció de pasante aquí algunos años, y el monje Benito Jerónimo Feijoo.

La exquisita rehabilitación ha hecho posible que se pueda recorrer el claustro mayor, el patio con las dependencias en las que los monjes atendían las necesidades mundanas del monasterio o el refectorio. Lo más llamativo de la rehabilitación es la original solución que se ha adoptado para ‘apuntalar’ los vanos y grandes arcos con modernos apeos de madera tratada, que, además de reforzar aquellos pasos que presentan deficiencias estructurales, evocan la fábrica original de piedra

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