Diario de León

«La torpeza es graciosa si no se trata de decisiones que nos afectan»

El polifacético humorista Luis Piedrahita. DIEGO MARTÍNEZ

El polifacético humorista Luis Piedrahita. DIEGO MARTÍNEZ

León

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Luis Piedrahita llega a León para hacer reír, pero también pensar. Estará en Los Veranos del Hípico, en el campo hípico municipal El Parque. El humorista presenta su show, a las 22.00 horas. Las entradas tienen un precio de 18 euros. Una cita con un personaje insólito, en cuya obra se combinan las situaciones cotidianas con el surrealismo, todo ello experimentando con ingeniosos juegos de palabras y, en ocasiones, con espectáculos de magia. Esta propuesta única le diferencia del humor político y satírico del que prefiere escapar para dar rienda suelta a su imaginación.

Piedrahita habla de su carrera y de la importancia del humor como pilar indispensable de la felicidad, sobre todo en momentos difíciles.

 

Humor para ser feliz

El humorista apuesta por la risa como uno de los pilares indispensables para encontrar la felicidad

 

—Para las personas interesadas en asistir a su función de hoy ¿qué se podrá ver en su monólogo 'Stand Up Comedy'?

—Stand Up Comedy es una recopilación de mis mejores monólogos, y alguno de los peores. Es un grandes éxitos. Me he dado cuenta de que todos mis espectáculos anteriores tenían una idea en común, la de intentar mejorar riéndonos de nuestras miserias cotidianas. He cogido los mejores momentos de cada uno de esos shows y construido un espectáculo nuevo. Un espectáculo de humor cotidiano, surrealista e ingenioso.

—Aunque su humor no es muy político ¿hay algún político que le haga gracia?

—Desgraciadamente, no. La torpeza suele ser graciosa, pero cuando las decisiones que nos afectan a todos están en manos de patanes, la comedia se torna tragedia.

—En sus monólogos habla de la vida cotidiana ¿Es para escaquearse de los temas políticos?

—De alguna manera, sí. El humor sobre política o sobre actualidad está presente en infinidad de foros y de modo casi constante. Hay mucha gente haciéndolo y además haciéndolo muy bien. No hacen falta más soldados en esa batalla.

—Su humor ha sido clasificado de muchas formas, pero ¿cómo lo definiría usted?

—Infrecuente.

 

Tragicomedia política

La política es uno de los límites de su humor: las malas decisiones políticas nos afectan a todos

 

—¿Dejó el periodismo porque le aburría?

—Yo estudié Comunicación Audiovisual en la Universidad de Navarra. Me especialicé en guion y, cuando acabé la carrera, empecé a trabajar como guionista en un programa de televisión que se llamaba El Club de la Comedia. Era un programa de stand up comedy. Corría el año 1999 y el coordinador de guiones de aquel programa era un chavalito bajito, pelirrojo y muy trabajador que se llamaba Pablo Motos. Juntos escribimos en El Club de la Comedia, después me fui con él a hacer un programa de radio que se llamó No Somos Nadie y después vino El Hormiguero. Llevamos trabajando juntos 22 años. He trabajado muy duro y no me he aburrido ni un solo día de mi profesión.

—Su carrera ha sido muy prolífica como humorista, escritor de libros, mago, director de cine... ¿Con cuál de estos oficios disfruta más?

—Afortunadamente, no tengo que elegir ninguno de ellos descartando los demás. Disfruto mucho todas esas facetas y cada una de maneras distintas. Me encantan las posibilidades poéticas de la magia, tener la suerte de escuchar la carcajada de mil personas riendo a la vez gracias al humor, la complejidad que permite el cine, la cercanía con el público que permite la radio o los libros… cada una de esas facetas las disfruto de una manera distinta. Es como si me preguntaran qué prefiero, ¿la playa o el jamón de bellota?

—En otras ocasiones ha mencionado el poder sanador y terapéutico del humor y ha planteado su trabajo como un deber y una responsabilidad social, sobre todo en tiempos difíciles como los que vivimos ahora, pero ¿es más terapéutico para su público o para usted?

—Alguna vez dije durante la pandemia que conviene recordar cuanto antes cómo era nuestra cara cuando éramos felices. Nos interesa volver a reír lo antes posible y recordar que músculos se activaban en nuestro rostro cuando estábamos contentos. La risa y el humor ayudan a eso. Y a mí, como humorista, también me ayuda.

—¿Cuáles son sus principales influencias?

—Gila, Tip y Coll, la Codorniz… pero también Woody Allen, Seinfeld, Monthy Python… Y también Les Luthiers y Alejandro Dolina… Y también Gómez de la Serna o Álvaro Cunquerio. Y El Mundo Today, e Ignatius, y El Roto, y Gomaespuma, y Riki Blanco….

—¿Cómo se le ocurren las palabras que inventa?

—Buscando primero el significado y luego el significante. Ese es el camino. Buscar significados huérfanos de significante. Buscar esa situación reconocible por todos, pero que no tiene palabra que le dé nombre. Cuando encuentras algo que todos reconocemos pero que todavía no tiene una palabra que le dé nombre, la palabra aparece sola.

—¿Cuáles son sus próximos proyectos?

—Estoy preparando un curso de cartomagia online. Está destinado a todos aquellos que quieran aprender a hacer juegos con cartas y no tengan ni idea. Es un curso que empieza desde cero, para el que no es necesario tener habilidad y que repasa las bases de la magia con cartas. Al final del curso, el que lo haga sabrá hacer 20 juegos de magia estupendos. ¡Algunos de los cuales yo he hecho en televisión!

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