¿Habrá bajas en el Ademar en enero?
El conjunto leonés sondea el mercado en busca de refuerzos, sobre todo un central No contempla salidas en enero salvo la de Soljic, siempre y cuando puedan incorporar más fichajes
El Abanca Ademar busca reforzarse de cara a la segunda parte de la temporada. GERARD FRANCO
La mala dinámica deportiva que atraviesa el Abanca Ademar en esta primera parte de la temporada obliga al club a reforzarse de cara al próximo mes de febrero, cuando las competiciones se retomen tras el parón por el Europeo. Antepenúltimos en Liga y eliminados de Europa a las primeras de cambio, los pupilos de Cadenas no terminan de competir en condiciones. Una plantilla «ilusionante» y «llena de calidad» que sin embargo necesita «tiempo», insisten desde dentro de la entidad.
Pero la exigencia de la élite no entiende de tiempo. Por eso urge sobre todo un central — Alexander Tioumentsev gusta, pero no tiene nada fácil rescindir su contrato actual en Arabia Saudí—. Hay más opciones encima de la mesa aunque no resulta sencillo encontrar jugadores con experiencia, de primera línea para reforzar la defensa y que además se adapten a los sueldos que puede ofrecer el Ademar.
Quieren incorporar dos o tres refuerzos más siempre y cuando las posibilidades de mercado sean reales. Ahora mismo la prioridad es un central. Con él y la recuperación esperada de Jozinovic —si todo va bien estará de vuelta a los entrenamientos en enero— puede que fuera suficiente.
¿Y qué hay en el capítulo de las bajas? En ese aspecto el Abanca Ademar no se plantea dar salida a ningún jugador este próximo mes de enero. Solo hay una salvedad; la de Dragan Soljic. El pivote no termina de adaptarse al juego del equipo ni a las necesidades que le exige el técnico de Valdevimbre. Solo si aparece un recambio de garantías tratarían de cederlo a otro equipo. Es la única condición para abrirle la puerta. Pero si finalmente solo llega un central en enero Soljic seguiría, mínimo, hasta que acabe la temporada.
Es sin duda el jugador que menos cuenta para Cadenas. Apenas ha disputado unos pocos minutos desde verano y su aportación en defensa no termina de convencer. No es un problema de actitud —que desde dentro del vestuario describen como ejemplar— sino más bien de no haberse adaptado a la exigencia que requiere ahora mismo el Ademar.