Diario de León

Ángel Monzú, el Willy Fog que adora a la Cultural: "He ido a Ceuta y a La Línea. Voy a ir a todos los partidos»

Este aficionado leonés acompaña al equipo en todos los desplazamientos

Ángel Monzú es el socio número 458 de la Cultural y no se ha perdido ni un solo partido de su equipo fuera de León, deplazándose a Ceuta y a la La Línea de la Concepción. RAMIRO

Ángel Monzú es el socio número 458 de la Cultural y no se ha perdido ni un solo partido de su equipo fuera de León, deplazándose a Ceuta y a la La Línea de la Concepción. RAMIRO

León

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Nunca ha visto a la Cultural en Primera División ni ganar ninguna Champions, pero a Ángel Monzú, los títulos poco valen cuando uno ama con fervor sus colores.

Por ello el blanco de culturalista cuenta con uno de los hinchas más leales de la historia del club leonés, que el día 5 de agosto cumplirá cien años de vida. Prueba de esto es la historia de Ángel Monzú, un funcionario de prisiones que recorre España para animar a su querida Cultural.

«La primera vez que fui socio de la Cultural se produjo en la temporada 1974-1975, con el equipo en Segunda División. Tenía siete años y me hizo socio mi padre Pedro, ya fallecido. Primero trabajé diecisiete años en Andalucía como funcionario de prisiones y llevo ya aquí destinado en León dieciocho años. También estuve uno destinado en San Sebastián, pero vivía aquí en León y acudía siempre que podía a presenciar los partidos de la Cultural», relata Ángel Monzú antes de entrar en arena para referirse al equipo de sus amores, al que ha seguido allí donde haya jugado.

Aprecia desde que era muy jovencito los viajes para ver los partidos de su Cultural junto a su grupo de amigos, entre los que destacan otros culturalistas de pro, como Carlos Pérez y Venancio Llamazares, además de su hija Cristina, todos recorriendo los campos de juego de esos estadios, con más barro que césped de Segunda División B y en algunas ocasiones de Tercera División.

«Viví el ascenso de la Cultural a Segunda División en la temporada 2016-2017, cuando regresamos del Miniestadi con más de medio ascenso en el bolsillo, que después se confirmó en la vuelta en el Reino de León», expresa con un gesto de satisfacción.

Pero a continuación afirma con una inmensa sonrisa: «Aunque no fue ese el mejor recuerdo que ha quedado en mi retina y en mi memoria de todos los años que vengo siguiendo a la Cultural. Los dos que más me han emocionado como culturalista son cuando conseguimos eliminar al Atlético de Madrid (2-1) de la Copa del Rey en enero de 2020 y también el ascenso de Tercera a Segunda División B cuando David Álvarez marcó el 1-2 en la prórroga». «Al recordar el estallido de la afición en el estadio de San Gregorio ante la Universidad de Oviedo, con invasión incluida del terreno de juego inundado por aficionados leoneses eufóricos de alegría no se saldrá de mi cabeza mientras viva. Fue una alegría inmensa». recuerda Ángel Monzú.

El socio de la Cultural ha acompañado en todos los desplazamientos al equipo en la presente temporada. «El de Ceuta, pese a lo dificultoso que parece, en mi caso hay trampa porque mi esposa es de Jerez y entonces teniendo en cuenta este detalle me fue más fácil llegar al Estadio Alfonso Murube».

Su familia entiende su pasión por el fútbol. Seguirá acompañando a la Cultural tanto en casa como fuera, en compañía de su amigo del alma, Carlos Pérez, un socio-abonado que también tiene mérito por su pasión y estar al lado del equipo de sus amores tanto en las buena como en las malas. «La Cultural para mí es casi una religión. Un amor por unos colores que siempre me acompañará mientras viva», señala con rotundidad Carlos, culturalista bregado en mil batallas.

Ángel Monzú quiere estar en todos los partidos de la Cultural. De momento ha acompañado al equipo en todos. «De fuera me quedan Badajoz, Mérida, Córdoba, San Fernando, Sanse, Majadahonda y Unionistas». Para seguir a la Cultural también se sacrifica: «Trabajo por turnos y me lo puedo permitir. A veces he tenido que coger algún día o cambiar el turno con mis compañeros». Así es la historia de un culturalista fiel a sus colores. 

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