UN ENTORNO PRIVILEGIADO
De Ruta por Boñar
Enclavada en un entorno único, ofrece un programa turístico que abarca todos los meses del año. La naturaleza y su patrimonio hacen de esta localidad leonesa un municipio ideal para la aventura, el descanso o la contemplación de todos sus encantos. No hay ningún otro lugar de León con tantas rutas
Fotos: JESÚS / CAMPOS
Boñar es un paraíso en la tierra, un polo de atracción para leoneses y foráneos, que encuentran en este municipio leonés una oferta turística tan amplia que abarca todos los meses del año. Boñar emerge en un entorno único, regado por un mar de recursos que convierten a este lugar privilegiado de León en zona de paso y de destino.
Boñar tiene tanto futuro como presente, porque su Ayuntamiento ha puesto al turismo en el foco de todas sus políticas para que este territorio no decaiga. La naturaleza y su patrimonio hacen de Boñar un municipio ideal para la aventura, el descanso o la contemplación de todos sus encantos.
No hay ningún otro lugar de León con tantas rutas. Y de todos los niveles para disfrutarlas en familia. Su gastronomía o ser parte importante del Camino Olvidado son solo dos factores más para acercarse a este maravilloso enclave leonés, donde los bodegones cobran vida propia con recetas gastronómicas para disfrutarlas despacio, agarrado a la mesa, asomándose a ese balcón de diversidad en el que el invierno parece distinto, suavizado por las aristas de las montañas.
El arte y sus fuentes, donde emana el secreto de la salud. Los ríos y las rutas del agua. O las sendas y sus caminantes. Peregrinos, extranjeros y leoneses. Todos caben en Boñar, tierra de picos y vegas. Cuna del Porma, donde el color brilla más. La única duda es saber cuándo es mejor visitarla. Ni las heladas de estos días deslucen su belleza, la que visitan en invierno los vientos del norte que corren a la espalda de Pardomino, ese bosque mágico que alcanza hasta los 1.600 metros de altitud.
Boñar es también un municipio hospitalario, como recoge el portal turístico del Ayuntamiento, que es del mismo modo el escaparate a esa tierra cincelada a gusto del visitante. Nunca defrauda.
No se puede pasar por alto el Museo de la Fauna Salvaje, una iniciativa única en su género. Tanto en España como en Europa. Está enclavado en un entorno privilegiado, en la collada Ferreras, a orillas del embalse de Vegamián, entre los pueblos de Valdehuesa y Rucayo.
El Ayuntamiento de Boñar ha colocado señalización para acceder al hórreo de Las Bodas, que es uno de los más antiguos de España. El patrimonio cultural de esta villa es incuestionable
Es un complejo eminentemente didáctico y expositivo, distribuido en 25 salas en las que se exhiben más de 8.000 especies: grandes mamíferos, felinos, primates, reptiles, aves, insectos; todas ellas naturalizadas, recreando su hábitat y querencias mediante pintura artística, flora autóctona y otros recursos escénicos que reflejan fidedignamente cada ecosistema. Cuenta también con un parque natural al aire libre en el cual diversas especies viven en semilibertad.
El Museo de la Fauna Salvaje dispone de todos los avances tecnológicos, de sala audiovisual, aula biblioteca, tienda, galería de arte o cafetería-restaurante con espléndidas vistas panorámicas.
La piedra de Boñar tiene corazón de León. Como El Maragato de la Torre. O como ese Negrillón inmortal que todavía hoy es el símbolo de esta localidad leonesa. También son bandera los famosos nicanores de Boñar, de los que se tienen noticias desde 1980, cuando se puso en marcha el primer obrador. Mantequilla, harina, huevos y azúcar. Ese postre se ha convertido en una seña de identidad de Boñar en todo el mundo.
Si te gusta comer bien, la montaña, el turismo activo, la cultura, la naturaleza, el senderismo o, simplemente, sentir ríos de agua fresca y prados verdes, Boñar es un lugar perfecto. Tiene historia y patrimonio.
Boñar es efeméride de un momento legendario que encuentra el visitante cuando cruza el Puente Viejo, donde se escucha el rumor del Porma que ha regado de vida todo el entorno.
Boñar es cruce de caminos. Y es piedra. El Pico Cueto, un paseo por sus hórreos y la experiencia que brinda estar en frente de las Cascadas de Foces hacen de la villa un reclamo para el visitante con rutas que desprenden belleza y naturalidad por los cuatro costados. No paran de hacer cosas. Triunfaron el año pasado con su iniciativa 12 meses, 12 rutas y ahora el ayuntamiento ha firmado un acuerdo con una empresa externa para que el camping abra todo el año.
Hay también dos compañías de turismo activo que completan la oferta municipal y dan cobertura a todo tipo de perfiles, desde familias que solo quieren dar un paseo por la montaña o completar una ruta de un nivel medio hasta auténticos aventureros.
El Soto es además el punto neurálgico de Boñar, donde surge la vida y los chavales juegan. Boñar es un municipio global. Tierra de robles, abedules, hayas.... Zona de paso para peregrinos y de destino para los amantes de la naturaleza. Boñar ha subido al pódium turístico. Y el Ayuntamiento no quiere dar ni un paso atrás. Todo lo contrario. Van por el buen camino.