Bruselas sopesa limitar el precio del gas en los países de la UE más afectados por las subidas
Tras el corte del suministro del gasoducto Nord Stream 1 (el que une Rusia con Alemania), la Comisión Europea ha acelerado sus planes para activar un mecanismo de emergencia que frene la escalada del precio del gas. Los titulares de Energía de los Veintisiete países que forman la Unión tratarán de encontrar una solución este viernes. Sobre la mesa está la propuesta de Bruselas para poner un tope al gas en los países más afectados por la subida de precios, entre los que estarían Alemania y los estados bálticos (Estonia, Letonia y Lituania).
La Comisión Europea ya barajó la semana pasada imponer un tope del precio a nivel europeo a esta energía y varios países pidieron medidas similares a la excepción ibérica. Sin embargo, estas últimas semanas el Ejecutivo comunitario ha mostrado sus reservas en torno a estos dos mecanismos.
La República Checa, país que ostenta la presidencia europea este semestre, también ha elaborado un documento para el Consejo de Energía del viernes. En este borrador se barajan medidas como topar el precio del gas para la generación de electricidad o establecer un precio límite al gas importado desde Rusia. Esta medida va en línea con el tope que marcaron los países del G7 al petróleo ruso y que serviría para reducir la capacidad de Moscú de financiar la guerra en Ucrania.
Además, la presidencia checa apuesta por desacoplar el precio del gas natural al del mercado energético, de modo que no influya en el precio final de la electricidad que se genera cada día, y aconseja reducir la demanda energética a nivel europeo. La propuesta incide en que se debe dar «una respuesta simple y coordinada» en la UE y que alivie el impacto en la factura de los consumidores. Y subraya que se debe seguir discutiendo la reforma del mercado energético europeo.