¿Cómo tributa el cese de actividad, las ayudas directas y los ICO? Los autónomos preparan la cartera

2023 no va a ser un año fácil para los trabajadores autónomos , que arrastran desde el parón de la actividad por el covid pérdidas importantes y la previsión para los próximos meses no es nada buena , como constata la última encuesta publicada por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) que preside Lorenzo Amor.

Tanto desgaste ha hecho que este colectivo, que engloba en León a más de 35.000 profesionales de diferentes sectores, acudiera en masa a los créditos ICO y a otro tipo de ayudas para amortiguar el golpe y que tendrán que devolver en parte a lo largo de los próximos meses o bien de forma directa o a través de un incremento de la tasa impositiva a través del IRPF.

La campaña se abre en el mes de abril. Muchas de las líneas que pusieron en marcha tanto el Gobierno central como el autonómico supondrán ahora un sobrecoste para la mayoría de las pymes que siguen ancladas en un consumo retraído, muy lejos de los niveles de facturación que existían antes del covid.

El cese de actividad, que en muchos casos ni siquiera superaba en León los 470 euros mensuales cuando prácticamente todos los negocios estaban cerrados, el cheque de 200 euros para los autónomos con ingresos bajos, el bono de 12.000 euros para implantar el ya manido Kit Digital, que se puede solicitar desde septiembre pasado, o las ayudas que vinieron de la Junta tributarán en la próxima declaración, de la que ya se conocen las fechas clave: la nueva campaña arrancará el 11 de abril, justo después de Semana Santa. Tras la Pasión, llegará la penitencia.

Pero ¿cómo afectarán estas ayudas a mis ingresos? y ¿cómo debo declararlas?

De momento, y eso que estamos a pocos meses del inicio de la campaña, el Gobierno no ha deflactado las tarifas y hay temor entre los trabajadores por cuenta propia de que muchos de ellos acaben pagando más que un año antes. 

Lo que está claro es que los autónomos tendrán que declarar entre junio y abril de 2023 todos los ingresos que hayan tenido a lo largo del ejercicio 2022 y eso incluye las ayudas y subvenciones que hayan recibido durante ese periodo siempre que las pidieran a su nombre y no al de la empresa. Hay que tener en cuenta que no todo computará igual y que hay distintas variables en función de qué tipo de ayuda se ha cobrado y también según los ingresos reales del autónomo que la firma.

La lista de ayudas a tener en cuenta es amplia. A continuación se detallan las principales líneas que pusieron en marcha las administraciones y de las que se beneficiaron en su momento -algunos todavía lo hacen- la mayoría de los profesionales que trabajan por cuenta propia. 

Inccremento de costes por la energía

En 2022 los precios de la luz y de los combustibles, que arrastraron a prácticamente todo lo demás, impactaron de lleno en la cuenta de resultados de miles de negocios, incapaces de sortear obstáculos con los dientes de tiburón y el ansia de los piratas.

Los agricultores y ganaderos, pero también los transportistas y la industria que dependía del gas, entre muchos otros, veían que ya no daba ni siquiera para cubrir gastos y que en muchos casos era mejor parar completamente los hornos o las máquinas para no llevar a la quiebra sus pequeñas explotaciones o grandes industrias. 

La primera de estas ayudas, que se puso en marcha tras las sonadas movilizaciones que protagonizaron en toda España los transportistas, para exigir que se prohibiera pagar por debajo de costes, algo que, dicho así, entiende todo el mundo, supuso un ingreso extra de entre 500 y 1.500 euros por vehículo dependiendo de la categoría del afectado. En ese mismo momento el Gobierno dio también una ayuda directa a los negocios que dependián del consumo de gas, que copbraron hasta 2.600 euros por empleado. 

Los ganaderos, los agricultores de determinados negocios como los cítricos o los pescadores también pudieron acceder a distintas líneas de ayudas que, en algunos casos como el de los armadores de buques pesqueros, llegaron a los 35.000 euros por barco.

Todos los autónomos que hayan percibido alguna de estas subvenciones de titularidad pública deberán incluirlas en la declaración si la Agencia Tributaria no dicta una orden en sentido contrario. Deben categorizarse como rendimientos de la actividad ya que estaban destinadas a paliar las caídas de los ingresos. Estas ayudas y sus ampliaciones están incluidas en el Decreto ley 6/2022. 

Hasta 12.000 euros del Kit Digital

Kit Digital es el programa mediante el cual las empresas van a conseguir su transformación digital, lo que les permitirá llegar a ser más competitivas. Se trata de una oportunidad única para poder optar a unas ayudas que serán el motor que impulse el cambio de muchas empresas españolas para adaptarse a las necesidades actuales.

Las empresas beneficiarias pueden escoger entre una o más soluciones de las disponibles en el catálogo, siempre y cuando no superen el importe máximo de ayuda establecido para cada una de ellas.

De todas formas esta prestación no llega de forma directa a la cuenta del autónomo. Va dirigida a contratar un profesional del ramo. Si el negocio ha recibido este cheque antes del 31 de diciembre también debe incluirlo en la declaración. 

Cese de actividad

El cese de actividad o el paro de los autónomos, aunque no es homologable al del resto de trabajadores, es una de las ayudas que se puso en marcha como consecuencia de la crisis económica que desató la pandemia y que obligó a cerrar muchos negocios, algunos incluso por decreto, como los dedicados a la hostelería, que sufrieron como ningún otro el vaivén de las decisiones políticas.  En León lo cobraron miles de autónomos 

Hay distintas modalidades del conocido como cese de actividad que igualmente habrá que incluir a partir del 11 de abril como rendimientos del trabajo y que podrían suponer pagar algo más que en los años precedentes, aunque eso dependerá de los ingresos. 

Ayudas autonómicas

La Junta de Castilla y León también ha lanzado en 2022 una serie de ayudas y subvenciones para contrarrestar los efectos de la emergencia sanitaria, que todavía se perciben en la actividad de muchas empresas. Las hubo para fomentar el empleo en el sector de la hostelería, para pagar la cuota de la Seguridad Social o, para entre otras muchas cuestiones, para reducir el impacto del covid en las empressas a través de la inversión en tecnología e innovación, teniendo en cuenta que todo este proceso que provocó la pandemia ha precipitado la transformación digital de España. 

Estas ayudas, al igual que las provenientes del Estado, lo normal es que tributen si, como así ha sido, han ido dirigidas a paliar la caída de los ingresos. 

Hay que tener en cuenta que todas las subvenciones de este tipo tienen la consideración de ganancias patrimoniales y están al albur del Impuesto sobre la Renta. Habría que declararlas como rendimientos de su actividad.

En cuanto a las subvenciones dirigidas a realizar inversiones estas deben declararse "de manera proporcional a la amortización de esa inversión", explica el director del Área Jurídica de ATA, José Carlos Piñero, al portal especializado 'autonomosyemprendedor.es' . Esto supone que si la ayuda es de 10.000 euros para comprar una máquina y esta se amortiza en mil euros al año, como ingreso deben imputarse solo esos 1.000 euros al año y no la cantidad total. 

A declarar

Los autónomos también pudieron percibir durante el último año otro tipo de prestaciones que son ajenas a los condicionantes que trajo la pandemia o al incremento de costes por la guerra, pero que también se deben tener en cuenta a la hora de hacer la declaración.

La Ley de IRPF indica que habrá que tributar por todas "las pensiones y haberes pasivos percibidos de los regímenes públicos de la Seguridad Social y clases pasivas y demás prestaciones públicas por situaciones de incapacidad, jubilación, accidente, enfermedad, viudedad o similares, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 7 de esta Ley." 

Es decir, que habrá que incluir en la declaración de IRPF del próximo año todas las prestaciones -exceptuando algunas exentas- percibidas entre enero y diciembre de 2022 como: la jubilación, la Incapacidad Temporal, la viudedad, el favor de familiares o el cese de actividad ordinario. Todas ellas se deberán incluir en el apartado de rentas del trabajo.

Créditos ICO

Los créditos ICO son una ayuda que hay que devolver. No obstante, se podrán deducir como gasto los intereses que se hayan pagado, así como el resto de gastos de apertura y constitución del préstamo que se hayan realizado.