Abascal sitúa a Vox contra las autonomías pero sin localismos

Aupado al estrado, entre gritos de presidente y flamear de banderas de España, Santiago Abascal incidió ayer en que «León se ha convertido en una de la principales víctimas del estado de las autonomías» porque se han «creado 17 centralismos». Desde esta premisa, con más de un millar de personas congregadas en la plaza de Botines, el líder del partido insistió en que su formación carga contra este sistema, pero «no alimenta el discurso de ruptura, ni los localismos como el de Teruel Existe, que sirven para hacer presidente a Sánchez», sino que reivindican «la verdadera pluralidad de España».

El diputado nacional regalo a sus militantes leoneses la frase de que «León no es Valladolid» para explicar que «el modelo territorial de Vox defiende las provincias». Abascal insistió en que «no sólo León ha sido víctima propiciatoria de las autonomías, también el resto de Castilla lo ha sido» porque «las autonomías siempre han hecho el mismo sistema de premios y castigos: los premios para los separatistas y los castigos para los leales». «Cada cesión a los separatistas ha servido para empobreceros a vosotros», apuntó el líder de Vox, tras recalcar que «León siempre ha sido leal y esa lealtad se ha castigado».

Dentro de una intervención centrada en atacar a los dos partidos mayoritarios, Abascal remarcó que hay «una pelea falsa, de pega, entre el PP y el PSOE», pero luego «están en lo mismo, piensan lo mismo y votan lo mismo». Con apelaciones a la Agenda 2020, que «quiere decirnos lo que tenemos que comer», y al Foro de Davos, al que acusó de «entregar a Occidente al comunismo chino», el presidente nacional de la formación insistió que al PP «le dan vergüenza las ideas de quienes les votan y se avergüenzan del sentido común de las generaciones que nos ha traído hasta aquí».

No fue más blando con los socialistas. Sin salirse de su discurso incendiario, Abascal recalcó que «el PSOE es un partido de historia criminal que ha hecho daño durante un siglo a España y que ha cometido las peores fechorías, desde llevarnos a una guerra hasta el terrorismo de Estado». «Lo único que hay que hacer es guardar distancia infinita con el PSOE», insistió.

El escenario dibujado le sirvió a Abascal para incidir en que España necesita «un cambio de rumbo que devuelva la libertad a la sociedad», no sin entregarse a reivindicar que quiere que «la gente sea libre en las calles sin ser atracados y menos por alguno de esos que traen ilegalmente». «Vox está aquí porque es la alternativa. No vengo a deciros que el 13-F vamos a cambiar la situación de inmediato. Nos va a tener que ayudar la Virgen del Camino, pero es necesario que empecemos para que haya un buen resultado para León, para Castilla y para España, que sembremos futuro», arengó el presidente nacional de la formación, quien todavía lanzó un último grito. «Vox es un cambio de rumbo y contamos con vosotros. Tenemos el aliento de los españoles más patriotas. Adelante, españoles de León, sin miedo a nada ni a nadie», cerró.

En el prólogo, el candidato autonómico a las Cortes, Juan García Gallardo, avisó de que tienen «una misión histórica» para «revertir el desmantelamiento del sector primario y la industria». Con el mismo tono que su líder, el aspirante cargó contra Mañueco. «No vamos a abandonaros ni a entregar vuestros votos al PP. No vamos a ser la muleta de nadie», prometió a sus seguidores.

Al discurso se sumó además el cabeza de lista por León. Carlos Pollán recordó describió que «la provincia está arruinada, con la minería desmantelada y la ganadería y la agricultura atacada por ministros comunistas». «Vox no permitirá que nos lo arrebaten», comprometió antes de que Abascal acaparara la escena.