Los barones del PSOE dejan solo a Page en sus críticas a la estrategia de socios de Sánchez
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha quedado solo en sus críticas a la estrategia de pactos de Pedro Sánchez y de respuesta a Alberto Núñez Feijóo. Al menos en público. Ayer, hasta uno de los barones del PSOE más cercanos tradicionalmente a sus posturas, el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se mostró en desacuerdo con su compañero de partido por airear su discrepancia. «No comparto el diagnóstico de la confrontación permanente. No se puede ser leal a España si no se es leal al proyecto político que se representa», afirmó.
Las valoraciones de Page han levantado una gran polvareda política después de que el presidente castellano-manchego asegurara en una entrevista que «si seguimos con las mismas compañías es evidente que va a haber un castigo», en referencia a los pactos con EH Bildu o Esquerra. Críticas que no gustaron a la dirección del PSOE y menos en un contexto preelectoral, a poco menos de ocho meses para las elecciones municipales y autonómicas.
La salida de tono de Page desató en paralelo una ola de reacciones en los aludidos, los aliados de Gobierno y de investidura. Para el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, la posición del dirigente autonómico «causa más incomodidad en el PSOE» que en el espacio confederal, donde ya conocen sus opiniones. Lo dijo después de que Pablo Iglesias recomendara a los socialistas «no contar con gente como él». Lo que obligó a Patxi López a replicarle con que ya le gustaría contar con su aval electoral. Otros aliados como ERC o Más País también entraron al trapo y cargaron contra el presidente extremeño. Rufián dijo que «podría estar en el PP», mientras que Errejón le pidió que aclare si prefiere a los populares en vez de a la «mayoría progresista». Todo mientras el PP alienta que «en el PSOE hay muchos que piensan como Page», según Feijóo.