Diario de León

Moncloa confía en que el Rey marque distancias con su padre

Un sondeo revela un aumento de apoyo a Felipe VI desde septiembre de más de 20 puntos

El Rey junto a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. MARISCAL

El Rey junto a la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. MARISCAL

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El de hoy será el discurso de Nochebuena más difícil para el Rey. El 2020 ha sido un año muy complicado para la Corona. A la situación sanitaria por la pandemia y los problemas económicos y sociales derivados de ella, Felipe VI ha tenido que enfrentarse a la mayor crisis institucional de sus seis años y medio de reinado, que tuvo su punto álgido el pasado agosto cuando su padre le comunicó su decisión de abandonar España. Acuciado por los escándalos y bajo la lupa de la justicia, Juan Carlos I puso rumbo a Abu Dabi donde permanece «a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que se considere oportuna», como ha asegurado su abogado.

La Fiscalía del Tribunal Supremo tiene abiertas tres líneas de investigación vinculadas a actividades financieras del rey emérito supuestamente opacas al fisco español. A las diligencias sobre las supuestas comisiones en el AVE a La Meca, que se iniciaron en junio, se unieron cuatro meses después el presunto uso de fondos no declarados a Hacienda provenientes de un empresario mexicano y un supuesto blanqueo de capitales en un paraíso fiscal del Canal de la Mancha del que alertó el Banco de España. Aunque alguna es previsible que se archive por no encontrarse indicios que se puedan perseguir al estar don Juan Carlos aforado cuando ocurrieron los hechos, el daño a la institución, cuya primera misión es la ejemplaridad, como defendió Felipe VI durante su proclamación, ya está hecho. El intento del anterior jefe del Estado de regularizar su situación fiscal no ha servido para frenar la investigación del Ministerio Público por el uso de las ‘tarjetas black’ ni para acallar las críticas por su comportamiento. Al contrario, han dado munición a las formaciones republicanas que reclaman investigarle con luz y taquígrafos en el Congreso y activar el debate sobre el modelo del Estado.

Desde la Moncloa se trabaja para proteger a la institución y separar la figura de Felipe VI de la de su progenitor porque, según dijo el presidente del Gobierno, «no se juzga a la Corona, se juzga al anterior jefe del Estado». De ahí que se haya trasladado a la Zarzuela la conveniencia de que el monarca lance este 24 de diciembre un mensaje claro y directo por el que se desmarque de su padre y apele a la necesaria ejemplaridad de una institución tocada por los escándalos del que fue durante décadas su principal valedor.

Un mensaje «a la altura»

En el Ejecutivo, que conoció de antemano el mensaje, hay confianza en que el Rey «estará a la altura» y que lanzará un discurso «tranquilizador» porque «sabe lo que piensa la opinión pública y lo que demandan los ciudadanos». Recuerdan además que don Felipe no se ha arredrado a la hora de tomar decisiones drásticas que han afectado a su familia. Despojó del ducado de Palma a su hermana Cristina, retiró la asignación económica a su predecesor y renunció a la herencia que pudiera corresponderle de la fortuna oculta de Juan Carlos de Borbón.

No parece probable, sin embargo, que el monarca vaya a hacer ningún anuncio concreto sobre su padre, como pudiera ser su salida de la Familia Real o la retirada del título de Rey como le pide Unidas Podemos. Felipe VI intentará buscar un equilibrio institucional entre reeditar su compromiso con la transparencia pero sin deslegitimar la figura del principal artífice de la Transición. Todo ello sin apartar el foco del difícil momento que atraviesa el país, fuertemente azotado por el coronavirus con decenas de miles de fallecidos y familias rotas.

Sube el apoyo a la monarquía

Un 54,3% de españoles apoyaría la monarquía constitucional en un hipotético referéndum frente al 30,3% que haría lo propio con la república, según una encuesta publicada este miércoles por La Sexta, lo que supondría un desplome de un 13,5% de los partidarios de prescindir de la figura del Rey.

El barómetro revela un aumento desde el mes de septiembre de más de 20 puntos porcentuales en el apoyo a la Corona, subiendo de un 34,3% al 54,3% de españoles. Por el contrario, los defensores de la república habrían pasado del 43,8% al 30,3%. En cualquier caso, esta hipotética votación para decidir sobre el modelo de estado es ampliamente rechazada por la población, ya que un 67,1% de los encuestados no cree que sea necesario hacer un referéndum. Tan solo los votantes de Unidas Podemos, con un 88,7%, muestran su respaldo a esta posibilidad.

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