El PSOE fortalece sus expectativas electorales tras un mes de Gobierno
Los votantes socialistas no penalizan el acuerdo de Pedro Sánchez con Esquerra Republicana para la investidura ni la estrategia de diálogo con los independentistas. Tras el primer mes de Gobierno, el PSOE mejora sus expectativas electorales y de acuerdo al sondeo del CIS de febrero aventajará en 12 puntos al PP en estimación de voto.
El barómetro del centro demoscópico oficial publicado ayer señala que los socialistas tienen ahora una estimación del voto del 30,9%, medio punto más que en enero y casi tres por encima de los resultados obtenidos en las elecciones del 10 de noviembre. Una hipotética victoria que sería homogénea porque el PSOE vencería en todas las comunidades, salvo en Cantabria y La Rioja, donde ganaría el PP, y empataría con los populares en Murcia.
El estudio se realizó entre el 1 y el 11 de febrero, con el nuevo Gobierno ya en marcha, con la polémica por el encuentro del ministro José Luis Ábalos con la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en plena ebullición, y cuando Sánchez viajó a Barcelona para reunirse con Quim Torra, una visita que suscitó un reguero de críticas de la oposición.
Es el primer sondeo que mide los pasos iniciales del Ejecutivo de coalición y los resultados son favorables para el PSOE en términos de voto y casi neutros para Unidas Podemos. La fórmula de la alianza gubernamental divide a la ciudadanía porque el 35,6% la ve bien o muy bien, el 34,6 mal o muy mal, y el 22% dice que regular. Sobre su futuro, la impresión es menos halagüeña. El 44% de los casi 3.000 consultados por el CIS no cree que agote la legislatura frente al 35% que apuesta a que sí. El escepticismo está muy extendido en el terreno opositor porque casi siete de cada diez votantes de PP, Vox y Ciudadanos no creen que la coalición cumpla los cuatro años.
No puede tener la misma satisfacción Pablo Casado porque el PP tiene un 18,9% de estimación de voto, un punto menos que en enero y dos menos que en las elecciones del 10 de noviembre. Su caída la rentabiliza Ciudadanos, que se beneficia de un trasvase del 6% de los votantes populares, y alcanza una intención de voto del 8,1%, cerca de dos puntos más que el mes anterior y punto y medio más que el 10 de noviembre. Una subida un tanto sorprendente porque la formación liberal ha agudizado su división en los últimos meses, algo que siempre castiga el electorado, y está en plena fase de renovación de la dirección del partido tras la dimisión de Albert Rivera.