identidad confiable en la red
El lanzamiento de eID coincidió con nuevas exigencias europeas sobre identificción y firma electrónica, a la vez que una nueva normativa sobre blanqueo de capitales que obliga a las entidades financieras a identificar a sus clientes. «El esfuerzo de tres años enseguida comenzó a dar retornos, y muy pronto conseguimos los primeros clientes, y muchas oportunidades. No sólo en España, sino en Sudamérica y otros países europeos. Ahora ya podemos identificar en segundos a personas de 150 países».
Los servicios de identificación permiten verificar quiénes son las personas a través de Internet con un alto nivel de garantía, «reduciendo en gran medida el riesgo de un uso indebido o alteración de la identidad. Y permite también hacer negocios en una plataforma digital, sin necesidad de estar presente físicamente».
El vídeo ID puede «de forma sencilla y en segundos», realizar «una verificación confianble de cualquier persona que disponga de un dispositivo con cámara conectado a Internet».
Además la empresa ofrece otro tipo de servicios, como el certificado electrónico cualificado, para verificar la identidad.
«Vídeo ID es el primer método de identificación por vídeo remoto. Es una app guiada de vídeo, que facilita el proceso desde la verificación de la identidad hasta la firma electrónica».
Nabalón destaca que este sistema permite además un importante ahorro de costes, tanto en la integración de nuevos clientes como evitando desplazamientos y esperas indeseadas.
En los servicios de firma electrónica se proponen varias soluciones, desde fórmulas «para autenticarse y poder realizar la firma al sistema Oauth para poder firmar en un solo clic, a través del software desarrollado». El código puede utilizarse para integrar la firma en la aplicación móvil.
El reto para esta empres es impulsar la transformación digital de las empresas. «Actualmente las transacciones más importantes con el cliente siguen siendo presenciale, y basándose en el papel. La principal barrera para la transformación digital radica en la falta de confianza en los entornos, y en la seguridad para adoptar la firma electrónica, incluso en movilidad».