Diario de León

Festival de Jazz de León

El trío: jazz, flamenco y mucho «sentimiento»

La agrupación de Carles Benavent, Tino di Geraldo y Jorge Pardo llega esta noche de la mano del Festival de Jazz de León

El trío, conformado por Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino di Geraldo (de izquierda a derecha), llega a La Casona de Puerta de Castillo a las 22.00 horas. DANI WALLWORK

El trío, conformado por Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino di Geraldo (de izquierda a derecha), llega a La Casona de Puerta de Castillo a las 22.00 horas. DANI WALLWORK

León

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El trío: un bajista que toca su instrumento como si fuera una guitarra, un batería y un intérprete a medio camino entre el saxofón y la flauta travesera. Carles Benavent, Tino di Geraldo y Jorge Pardo. Y ya. Ningún otro músico. Una agrupación lejos de cualquier convención. Y sin embargo, llevan más de 20 años llenado con más horas de música sus ya dilatadas y exitosas carreras. Y es que, como The Band con Bob Dylan, los tres son de esos profesionales que están detrás de las grandes figuras, de titanes del flamenco —como Camarón de la Isla y Paco de Lucía—, o del jazz —como Chick Corea—, pero que, aún así, brillan por sus logros y cuentan todos, por separado y en conjunto, con un enorme reconocimiento internacional.

Hoy El trío, con su más que merecida «E» mayúscula, viene a León para dejar huella a su paso. Y lo hacen dentro del Festival de Jazz de León, que este año crece en número de espectáculos, sin olvidarse, eso sí, de la calidad. Y Carles Benavent forma parte de esta irrepetible selección. El bajista relata su vida y habla de la irrepetible agrupación.

«Mi padre me pidió que al menos hiciera algún oficio porque no se fiaba de que lo de la música tuviera futuro», relata Benavent. En sus inicios, comenzó con una guitarra, para luego, pensando en que sería más fácil y que podría formar así un grupo con un amigo guitarrista, se pasó al bando de los bajistas. Pero nunca abandonó su primer impulso y continuó interpretando el bajo como un guitarrista, con púa, tratando de emular a B. B. King, Clapton, Hendrix y a otros muchos referentes de las seis cuerdas.

Su padre vio que su hijo no se rendía y le llevó al conservatorio, pero por aquellos años el bajo eléctrico era un enorme desconocido. Por eso tuvo que estudiar contrabajo. No obstante, no podía saciar sus ansias de velocidad que, por otro lado, le ofrecía el bajo eléctrico, por lo que abandonó el conservatorio para continuar por su cuenta con el instrumento eléctrico.

«Para dominar un instrumento tienes que dedicar horas», aconseja Benavent a los principiantes, a los que les desea mucha paciencia, porque «a medida que vas subiendo escalones se da uno cuenta que cada vez se tiene que arremangar más». Y eso hizo hasta que llegó a las manos de Paco de Lucía, con el que amplió su repertorio de blues, rock y jazz para adentrarse en el mundo del flamenco. Benavent encuentra en la improvisación un puente entre su primera etapa de blues y jazz con el flamenco, aunque destaca de este último «la emoción. La manera de tocar es muy sentida».

El artista siempre ha vivido en un mundo de esencialismos. En el auditorio debía tocar el contrabajo al estilo clásico, el bajo había que tocarlo como tal y no como si fuera una guitarra, el flamenco tenía que tener un sonido concreto —por no hablar de la apropiación cultural—, pero Benavent siguió tocando. Seguramente esta fue una de las virtudes que supo valorar Paco de Lucía, quien también tuvo sus roces con aquellos que no veían con buenos ojos su revisión del flamenco.

Y ese ha sido también el estilo de El trío, desde que comenzaron en 1999, hasta su actual disco, Flamenco Leaks . A álbum por década, Carles Benavent, Tino di Geraldo y Jorge Pardo siempre han buscado la manera de juntarse para componer improvisando, pero siempre con sentimiento.

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