Diario de León

Tribunales

La acusada del caso de la burundanga, en la Audiencia ahora por robo

Ha sido juzgada esta mañana por participar presuntamente en dos asaltos con otro joven que se hacía pasar por empleado de una empresa  de reparto 

La sospechosa, en la Audiencia está mañana. MAZ

La sospechosa, en la Audiencia está mañana. MAZ

León

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La acusada de usar burundanga  en 2019 para obtener supuestamente un beneficio económico ilícito con siete familiares y amigos ha sido juzgada esta mañana en la Audiencia Provincial, ahora por dos robos con violencia e intimidación en Santa Olaja del Porma y Villaobispo por los que el Ministrerio Fiscal propone para ella una pena de tres años de prisión. Su defensa ha solicitado la absolución por trastorno mental. “ Por mi discapacidad mental, no sabía lo que estaba haciendo. Es que soy medio lerda. No es que vaya a perdonárselo, pero tampoco se lo tengo en cuenta “, ha dicho en referencia al otro acusado en el último turno de palabra.

Un varón que la acompañaba en los hechos, ocurridos en mayo de 2021, es considerado el principal autor de los robos , y para él se pide una pena de tres años y medio de cárcel. El investigado ha reconocido la autoría.

Los sospechosos usaron para desplazarse el vehículo de la joven,  que en el primer caso se quedó esperándole en el interior del vehículo, vestido de repartidor de Correos. El individuo se acercó a la puerta de la valla que cierra el perímetro de la primera vivienda, fingiendo que iba a entregar un paquete y cuando el propietario, salió a la puerta y le dijo que no esperaba ninguna entrega, el acusado esgrimió una pistola simulada que aparentaba ser una verdadera, y le conminó a que le entregase todo lo que tuviese, para a continuación sacar un cuchillo de grandes dimensiones, a la vez que le exigia que abriese la puerta, consiguiendo que le entregase 50 euros que llevaba en la cartera.

Sobre las 12.20 horas del día 21 de mayo del 2021, el acusado, repitió el mismo modus operandi y fingió que iba a entregar un paquete en otra vivienda y cuando la empleada de hogar de la casa le dijo que iba a llamar a su jete para confirmar si esperaba algún paquete y se disponía a cerrar la puerta, la empujó y le esgrimió una pistola simulada que aparentaba ser verdadera, mientras le exigía que le entregase las cosas de valor de la vivienda, y de este modo la obligó a acompañarle en el registro de todas las habitaciones de la planta inferior y superior de la vivienda, situación que se prolongó entre 10 y 15 minutos, tras lo cual se apoderó de joyas valoradas en la cantidad de 2469 euros y otros efectos valorados en la cantidad de 925 euros y dejó atada a la víctima con unas bridas por la espalda ambas manos a la altura de la muñeca, y la conminó a que subiera a la planta superior, se sentara y no hiciera nada, cuando abandonó la vivienda.

“Ella (en referencia a la acusada por el caso de la burundanga) no sabía nada de lo que íbamos a hacer”, explicó el sospechoso, que reconoció que sabía que la otra investigada tiene un trastorno de personalidad limité y una minusvalía del 40%. Este argumento lo ha usado la defensa como atenuante cualificada para el caso de que sea condenada.

La sospechosa aceptó declarar. A preguntas de la fiscal reconoció haber conducido el vehículo; “Él me dijo que había entrado en una empresa de paquetería, que iba a entregar una caja y no vi que hiciera nada raro. Nunca les dije a los policías que había habido un robo, me hicieron muchas preguntas y no se lo qué contesté. Es mentira que les reconocí el robo”, dijo.

El 25 de mayo de 2021 fue sorprendida cerca del principal imputado cuando éste estaba llamando a los porteros de varios pisos de Eras de Renueva. “Simplemente coincidimos mientras paseaba a mi perro”. Él iba vestido de repartidor de Correos aunque no trabajaba para la compañía: “No sé por qué me ha hecho esto y por qué me ha metido en este lío”, dijo la imputada.

En el episodio de Santa Olaja del Porma “le llevé y me fui a pasear el perro. No vi nada”, dijo, aunque el vecino que sufrió el robo asegura que la joven presenció los hechos y la identificó como la persona que conducía el coche.

El día del asalto en Villaobispo “yo no vi nada ni supe nada. Sé dónde está El Caminón (zona en la que se cometió el segundo episodio) porque vivo cerca, pero no tuve nada que ver “, dijo la sospechosa. 

La defensa de la joven basó todos sus interrogatorios a los testigos en demostrar que la investigada no participó en los hechos y se limitó a trasladar en su vehículo al otro acusado, ajena a lo que estaba ocurriendo. Los tres guardias civiles que dirigieron la investigación tienen imágenes que demuestran que el vehículo de la sospechosa siempre iba unos metros detrás del sospechoso: “Creemos que ella le daba cobertura”. El informe de localización de móviles significa que estaba cerca de la zona de los hechos “pero la precisión no es exacta”. Una vecina corroboró la versión: “Ella estaba dentro del coche mientras él merodeaba por los pisos de Eras de Renueva” pero negó que estuviese paseando a ningún perro; “Estaba sola en el coche, yo no vi ningún perro”.

 

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