Diario de León

La fiscal solicita dos penas de un año de prisión para la expareja de Sara Calleja

El acusado podrá declarar por videoconferencia al haber sido anulada la euroorden de detención

León

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El ministerio fiscal solicita sendas penas de un año de prisión por un delito continuado de amenazas y por un delito de coacciones para la expareja sentimental de la leonesa Sara Calleja, artista que puso fin a su vida el 11 de julio de 2016 en Ibiza. El juicio, dividido en dos piezas separadas, se celebrará el día 4 de febrero a partir de las 10.00 y a partir de las 11:30 de la mañana en el juzgado de lo Penal número 2 de León. La vista tendrá lugar por videoconferencia, una vez que ha quedado anulada la euroorden de detención contra el sospechoso, que actualmente reside en Bélgica.

La primera causa se abre por un delito de maltrato y la segunda por otro continuado de amenazas.

De acuerdo al escrito de calificaciones del ministerio público, el acusado ya había sido condenado por sendos delitos de amenazas en el ámbito familiar y por coacciones en el ámbito familiar. Sara decidió cesar la relación con él el 19 de septiembre de 2013 pero el acusado no habría aceptado la ruptura en ningún momento y se mostró persistente a la hora de reanudar la relación sentimental, insistiendo continuamente para volver a ser pareja de la víctima o hablar o verse. Desde la fecha de la ruptura hasta el 4 de diciembre de 2013 y desde el 16 de diciembre al 6 de marzo de 2014 el acusado realizó numerosas llamadas telefónicas a Sara a su teléfono móvil o fijo, remitiéndole cientos de mensajes y correos electrónicos en los que ante la oposición de la víctima a reanudar la relación y el contacto con él se dirigió de forma reiterada expresiones despreciativas e intimidatorias coartando y perturbando la tranquilidad y el normal desarrollo de la vida de Sara.

«Me has engañado, eres una cínica mentirosa y una vendida y lo vas a pagar con tu vida. Voy a hacer lo que te va a joder para siempre, para que me olvides y me odies. Esto no te lo voy a perdonar, te va a salir carísimo. Eres una parásita. Mátate mejor, porque yo te odio», le dijo entre otras cosas. El 22 de noviembre de 2013 se dictó un auto de alejamient o e incomunicación a favor de la denunciante, pero no pudo serle notificado al acusado hasta el 15 de marzo de 2014.

Los hechos constituyen, a criterio de la fiscal, un delito continuado de amenazas en el ámbito familiar y otro delito continuado de coacciones en el ámbito familiar, por los que procede imponerle por cada uno de ellos una pena de un año de prisión además de una indemnización a los hijos de la víctima por valor de 6.000 euros. También se le prohíbe la tenencia y porte de armas por espacio de tres años.

La defensa del sospechoso dice que no son ciertos los hechos narrados en el escrito de acusación ni por el ministerio fiscal ni por la acusación particular, «ya que mi defendido en ningún momento ha realizado los delitos que se le imputan pues no está probado que la utilización de su dirección IP de ordenador haya sido la usada para enviar los mensajes realizados ni que tampoco su correo haya sido utilizado para perpetrarlos». Por todo ello propone la libre absolución, con todos los pronunciamientos.

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