Diario de León

La Junta descarta aplicar el ‘pin parental’ en los colegios

La consejera niega la necesidad de la medida solicitada por Vox

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La consejera de Educación de Castilla y León, Rocío Lucas (PP), reclamó ayer en las Cortes «dejar la educación al margen de polémicas innecesarias» como el denominado «pin parental» que le ha pedido asumir Vox, para centrarse en mejorarla con medidas consensuadas.

Lucas contestó de esta forma a una pregunta parlamentaria formulada ante el Pleno de las Cortes de Castilla y León por el procurador de Vox Jesús María García-Conde, quien le ha pedido que reconsidere su posición sobre el PIN parental «por sentido común» y por la defensa que realizó el líder nacional del PP, Pablo Casado, a quien ha citado expresamente para defender que «mis hijos son míos y no del Estado», expresó. De hecho, el procurador García-Conde argumentó que, una vez aprobado en Murcia, para cumplir el compromiso del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, sobre la igualdad de derechos de los padres respecto a la educación, la Consejería de Educación tendría que cambiar de posición y asumir su implantación en Castilla y León.

Garantía en los centros

En su respuesta, la consejera ha negado que vaya a cambiar de posición porque su departamento respeta la Ley de Educación, que prevé la garantía de autonomía de los centros para cumplir con su programación educativa, sin que en las aulas de esta Comunidad exista «adoctrinamiento» alguno, en opinión de Lucas.

La consejera ha puesto como garantía del cumplimiento de la ley tanto a los propios padres que participan en la programación de los centros educativos como de la posterior inspección educativa, a la que los padres pueden recurrir si observan algo que incumpla la normativa.

«Estamos en el Gobierno de Castilla y León, no de Murcia», resumió la consejera en una intervención en la que enfatizó la inexistencia de adoctrinamiento de los colegios y en la enseñanza de la comunidad; y abundó en la diferencia existente entre ambos ejecutivos, con el castellano y leonés formado tras el acuerdo del PP y Cs, mientras que el murciano necesita del apoyo de Vox para mantenerse.

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