León recuerda a sus difuntos sin aforos ni aglomeraciones

El Día de Todos los Santos llenó de nuevo el cementerio de León tras las restricciones del año pasado, que condicionaron las visitas. Esta vez solo hizo falta la mascarilla para alcanzar el camposanto y llenar de flores las tumbas de los seres queridos en una jornada especial, de recuerdos y emociones. También de encuentros.

Miles de personas pasaron por Puente Castro a lo largo de todo el día. No les doblegó el frío y les respetó la lluvia. Depositaron flores de todos los colores junto a las sepulturas, impolutas a pesar de que el viento lo puso difícil. Algunos llegaban con bayetas. Otros con algún cepillo. Daba igual. Los familiares se afanaban en limpiar las tumbas y adornarlas con crisantemos, rosas, margaritas, lirios... Desde primera hora de la mañana.

No hubo grandes aglomeraciones a pesar de la afluencia constante de leoneses. Los tres días de fiesta permitieron escalonar las visitas, aunque ayer fue el más intenso de esta jornada de carácter religioso, como antes de la pandemia, que obligó a restringir el aforo al cincuenta por ciento en 2020. Tampoco hubo esta vez la tradicional misa en la capilla del cementerio, cerrada para controlar los riesgos. Todo lo demás fue como antes del covid, excepto por la mascarilla y algún cartel alusivo a los controles. También por el punto de alerta y primeros auxilios que la Cruz Roja dispuso junto a los puestos de ventas de flores.

La Policía Local estuvo encargada del dispositivo de seguridad y de controlar los accesos al aparcamiento, paralelo a las cuatro puertas de entrada que estaban abiertas. En ningún momento se superó el aforo máximo de 9.654 personas. Los autobuses —el Ayuntamiento reforzó el servicio— iban llenos durante toda la mañana.

Hoy, el obispo de León, el padre Luis Ángel de las Heras, presidirá en la Catedral, a partir de las 1200 horas, una eucaristía especial en el día de la conmemoración de los fieles difuntos.

Con esta misa estacional, la Diócesis encomendará el eterno descanso de todos los fieles difuntos y lo hará en el primer templo diocesano como símbolo de la comunión eclesial.

Al final de la misa estacional se rezarán varios responsos solemnes en el claustro de la Catedral, oración comunitaria que el año pasado fue suprimida debido a la pandemia. Donde sí se mantuvieron las medidas de cautela del año pasado es en el Cementerio Municipal de León, de manera que la capilla permaneció cerrada y no acogió la tradicional celebración de las misas especiales por el Día de Todos los Santos.