León tiene identificadas 304 empresas zombis que no recibirán más ayudas

Los siete mil millones de ayudas directas que inyectará el Gobierno en las compañías afectadas por la pandemia cuando Europa libere los fondos pasarán de largo de las 304 empresas zombis con más de diez años de antigüedad que la consultora Informa D&B ha identificado en León; 39.560 en toda España. Su situación financiera de quiebra técnica les deja fuera de cualquier plan de rescate dada su vulnerabilidad económica y su dependencia de las prestaciones públicas.

Ninguna de ellas es viable. Ni siquiera generan los suficientes beneficios para cubrir los intereses derivados de los préstamos. Sobreviven gracias a la refinanciación de deuda y a las subvenciones. El Gobierno ya ha dejado claro que las va a excluir del plan de resiliencia porque no tendría ningún sentido inyectar liquidez en empresas vulnerables que deambulan por el sistema y que no podrán eludir la liquidación.

La mayoría de esas 304 sociedades que Informa ha revelado pertenecen al sector de la construcción y las actividades inmobiliarias. En concreto hay 84 compañías zombis relacionadas con ese grupo profesional. Suponen el 26,64% del total. Otras 73 conciernen al comercio y 40 más a la industria. Aparecen también 34 de servicios empresariales, 26 de hostelería, 12 de energía y otras tantas de transportes, además de las cuatro de agricultura y las tres de comunicaciones, industrias extractivas y sanidad. Hay nueve más de otro tipo de servicios.

En cuanto a su tamaño, el 92,43% —281 sociedades— son microempresas, es decir, tienen menos de diez empleados en plantilla. Hay 17 pequeñas, 3 medianas y otras 3 grandes. Mientras, en España existen 39.560 compañías que encajan en esta definición de las sociedades con más de 10 años de antigüedad cuyos ingresos no bastan para pagar la carga de intereses de su pasivo durante al menos tres años consecutivos.

En total, el dato implicaría a un 7% de las 577.341 empresas que actualmente hay registradas con más de una década de existencia. El informe también refleja el incremento de sociedades que no cuentan con actividad comercial en España, apoyándose en los datos del Registro Mercantil. Y la cifra supera ya los 1,44 millones tras sumar 75.000 más en esta situación durante el año de la pandemia. El calificativo con el que los expertos apodan a este tipo de compañías no es casual. Se trata de auténticos muertos vivientes que no generan beneficios desde hace tiempo y que solo son capaces de sobrevivir a base de crédito y refinanciaciones constantes.

Lo poco que ingresan lo destinan a cubrir gastos financieros. Y a veces ni siquiera eso. Es cierto que este fenómeno no es nuevo para las economías mundiales. Pero la crisis ha reactivado el debate sobre si las ayudas públicas deben destinarse a este tipo de empresas que, posiblemente, y aunque las recibieran, acabarán desapareciendo porque su escasa capacidad de generar beneficios.