Diario de León

Personal de Control de la Caja invirtió dinero en la estafa

La Mari no consigue que se acepte un careo con empleadas del departamento

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Personal del departamento de Planificación y Control de la antigua Caja España invirtió cantidades de hasta 72.000 euros en el chiringuito financiero que presuntamente ideó la que fuera secretaria de un alto cargo de la entidad financiera, según deparó la cuarta sesión de la vista oral que se celebra en la Audiencia Provincial de León. La sospechosa se enfrenta a penas de siete años y medio de prisión acusada de estafa y dos años y medio por falsedad documental. Según el Ministerio Fiscal, recaudó 6,5 millones de euros bajo la promesa de inversiones en paraísos fiscales que generaban altísimos intereses que luego no pudo llegar a pagar.

La treintena de testigos que ayer desfilaron por la sala de vistas principal de la Audiencia reflejó las mismas conclusiones de los días anteriores. Nadie sospechó que pudiera tratarse de una supuesta estafa, porque prevalió la confianza que tenían en la acusada. A nadie le extrañó que la mayor parte de las veces las inversiones se practicaran con entregas en sobres o a mano en lugares insospechados y ajenos a la entidad bancaria. No hubo recelos por el hecho de que el producto financiero que se ofrecía tuviese unos intereses tan elevados y tampoco sorprendió a nadie que las imposiciones no se tributasen en Hacienda.

El interrogatorio a una empleada del Departamento de Planificación y Control de la Caja, que tenía su puesto de trabajo en el Alto del Portillo y era compañera y amiga personal de la acusada, llevó cierta tensión a la jornada matinal. «Es absolutamente falso que yo participara en reuniones con el responsable de nuestro departamento. Él no nos dijo que vendiéramos estos fondos, no sabía que existían. No había ningún producto reservado ni tampoco inversiones secretas. Eso es mentira». Visto el testimonio de la testigo, el letrado defensor le recordó que se encontraba bajo juramento y obligación de decir verdad: «Le digo que no miento, que no participé en ninguna reunión de ese tipo». No logró la acusada su propósito de que se aceptara un careo.

«A mí me dijo que eran productos que ofrecía otro banco, y me dio un justificante que parecía real. Cuando vi que no cobraba los intereses, fui a preguntar ala otra entidad. Y en seguida me dijeron que era una estafa clarísima».

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