«Hay que tomar medidas especiales en León, no vale solo con los fondos europeos»

En su segunda etapa al frente de CC OO en la Comunidad, el leonés Vicente Andrés quiere llegar a todos los centros de trabajo para «dignificar el empleo» en un momento muy complicado. Reconoce los problemas singulares de la provincia y reclama planes de choque específicos que inyecten fondos adicionales en los territorios con peores condiciones.

—¿Cómo afronta estos cuatro años al frente de CC OO?

—El objetivo principal del sindicato es estar presente en los centros de trabajo para ayudar a la gente en sus relaciones laborales, en sus convenios colectivos y en sus problemas diarios. En estos cuatro años anteriores hemos crecido en 900 delegados y estamos presentes en quinientas empresas más, pero hay que llegar a muchos más sitios porque la gente necesita la ayuda del sindicato. Ese es el objetivo principal. Hay que negociar, además, los convenios de empresa y de sector, que es donde se disputa la mejora de las condiciones de trabajo. Un convenio colectivo es una ley, de obligado cumplimiento. Esas leyes que hacemos es donde tenemos que estar para mejorar los salarios de la gente. Las herramientas son la negociación colectiva y, sobre todo, el diálogo social para influir en las políticas del Gobierno de Castilla y León y hacer leyes favorables a los trabajadores.

—¿Se va a subir el SMI?

—Ahora se esta en plena faena de negociación. Se acaba de suscribir el acuerdo de pensiones y ya hay reuniones en relación a la reforma laboral y al Salario Mínimo Interprofesional. Las movilizaciones que hicimos en febrero, marzo y abril han dado su resultado. El acuerdo de pensiones es extraordinariamente bueno porque garantiza el sistema para futuras generaciones. Ese gran acuerdo ya se ha hecho, que es casi un sueño. Ahora toca la reforma laboral. Hay que devolver a la negociación colectiva la capacidad y el equilibrio de fuerzas. No puede ser que el empresario tenga la sartén por el mango y que si no firmas un convenio colectivo te quedes sin nada. Fue una reforma laboral que se hizo para devaluar los salarios, para precarizar las condiciones de trabajo. Ahora no puede haber una ley salvaje en un momento en el que se esta hablando de digitalización y de empleo verde. Hay que dignificar el empleo.

—La crisis desatada por la pandemia obliga a redoblar esfuerzos. ¿Hasta qué punto condiciona su trabajo?

—La pandemia, lógicamente, ha venido a romper todos los esquemas en todos los ámbitos de la vida y eso a nosotros nos ha alterado la forma de trabajar. Nos hemos adaptado rapidísimo, manteniendo siempre la sede del sindicato abierta. Hemos negociado los ertes y ahora que empieza la apertura volvemos otra vez a lo tradicional para llegar a los trabajadores.

—Los fondos europeos son una gran oportunidad para la transformación del modelo productivo, pero ha sido muy duro con la Junta. ¿No confía en la voluntad política?

—Creo que falta ilusión. No se han complementado los fondos con proyectos. Quien más necesita una transformación rápida para no perder el tren del progreso es Castilla y León, que ha perdido peso respecto a España. La brecha cada vez es más grande. Los fondos son el momento ideal para no perder ese tren del progreso. Tenía que haber proyectos tractores impulsados por la Junta y por los empresarios. Se tenían que haber implicado. Aquí tenemos grandes potencialidades, además de muchas precariedades. Tenemos el sector energético. Somos líderes en eólica y fotovoltaica. También en el sector agroalimentario. Que no haya ningún Perte, que son programas tractores, y que no se haya conjurado el mundo empresarial con los gobiernos central y autonómico, nos decepciona. Tenía que haber aquí una conjura para transformar esta Comunidad. Tenemos territorio para instalar empresas, pero falta internet. No hay un proyecto ambicioso con la banda ancha. Parece que no se han enterado de que este es el último tren que pasa para Castilla y León. Estamos pagando una deuda de los presupuestos generales de la Comunidad elevadísima, pero nosotros somos partidarios del endeudamiento como política para afrontar las crisis, no de los recortes. Estamos pagando una deuda no para un proyecto de futuro porque la gente se tiene que ir de Castilla y León. La economía decrece respecto a España y pagamos deuda para gestionar la decadencia. Eso es terrible. Los fondos europeos son la gran oportunidad. Tiene que haber un volantazo del Gobierno autonómico.

—Si Castilla y León está mal, la provincia leonesa está todavía peor.

—Todo el oeste de la Comunidad está con datos macroeconómicos muy parecidos a León. Aquí se necesitan unos fondos especiales respecto a los demás, porque se trata de que León vuelva a coger el tren del progreso. León ha caído muchísimo y todos los indicadores son de los peores de España. Hay que tomar medidas especiales, no vale solo con los fondos europeos. León, también Zamora, necesita un extra para coger el ritmo de los demás. La implicación del mundo empresarial tiene que empujar para que esta provincia salga adelante. Es el momento de hacer esa acción por su tierra y por sus negocios. Tienen que arriesgar un poquito.

—La Mesa por León, de momento, no ha servido para nada.

—Propusimos crear una agencia propia donde confluyeran el Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento para poder gestionar los fondos e identificar proyectos que generen las inversiones que necesita León. Todo aquello que planteamos en la Mesa por León se paró por el covid y ahora no nos vale con los fondos europeos, hay que poner fondos adicionales. La Mesa por León requiere cumplir lo acordado y añadir nuevos factores. A principios de marzo de 2020 no estaba ni la pandemia ni los fondos europeos. Ahora hay que implementar nuevas acciones e insistir en que todas las administraciones se unan en una agencia para identificar esos problemas.