Diario de León

Sólo cuatro concesiones de autopistas llevan el peaje más allá que la AP-71

La León-Astorga cobrará tributos hasta el año 2055 y la AP-66 será de pago hasta el 2050.

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

l. urdiales | león

Este es el modelo de desarrollo viario que afecta a León: sólo cuatro de las cuarenta y dos concesiones de autopistas que hay en el estado eliminarán sus peajes después que la fecha límite prevista para la AP-71. La fecha no es cercana. Ni se avista próxima en el calendario. El tributo para circular a través de los 37 kilómetros de la vía no concluye hasta el año 2055, cinco años después de que expire el canon que se impone para el otro trazado de pago por tránsito en estructuras de alta capacidad en la provincia, a través de los 78 kilómetros que conectan León y Asturias a través de los valles del Luna y Huerna. Esta es la clasificación en el patrón que da forma a las posibilidades de desarrollo en el territorio leonés, según los datos que aporta el m ismo Ministerio de Fomento en una comunicación remitida al Congreso de los Diputados para dar respuesta al interés del parlamentario Jordi Xuclá, diputado del Partido Democrático de Cataluña, interesado en conocer los plazos que rigen para terminar con la barrera del pago. Según el escalafón facilitado por el Gobierno, en España hay hasta 35 concesiones de autopistas que eliminarán su peajes antes de que lo haga la AP-66, sujeta a la carga de tasas hasta el año 2050; con motivo de esta pregunta parlamentaria y la comunicación ministerial se desempolva un dietario que pudo ser otro para la autovías asturleonesa. El peaje se liquidaría en un plazo de cuatro años, en 2021, si en el año 2002, y durante el gobierno del PP y de José María Aznar, no se hubiera incluido una prórroga de condiciones que elevó la explotación de la autopista hasta el 2050; más de treinta años añadido a un peaje que ha sido base de batallas inacabadas y promesas políticas incumplidas. El pago por pasar por este corredor está habilitado desde el año 1983; es, por tanto, uno de los más longevos en vigor del territorio español, al nivel de los que marcan fecha de arranque de acotados como el de la AP-1, que está para expirar a lo largo del 2018. De momento, ninguno de los frentes abiertos para tratar de limar el efecto del peaje de La Magdalena ha pasado de mera intención, o de restar a base de incentivos y otras fórmulas un porcentaje pírrico de la factura total que grava cada trayecto. Un sistema tarifario que permite una disminución progresiva del importe a pagar en base al número de veces que se use la autopista en un mes; y sólo que se realicen más de cuatro trayectos en ese periodo. El resto de la función sobre interrogantes o inquietudes que afecten a la extensión del peaje remiten al año 2050, lo que convierte a la vía en la sexta de España que más allá va a llegar con su calendario tributario.

En ese perfil se define la AP-71, la otra vía de gestión privada que afecta a un corredor esencial para el desarrollo y las comunicaciones por la provincia leonesa, que en 2054 habrá superado el medio siglo de peaje. La presión social sobre esta condición de la autopista no ha logrado doblar la firmeza de sucesivos gobiernos sobre el rescate de la concesión y, por tanto, la eliminación de las tasas a las entradas o salidas de los trayectos. Presión social que se ha acompañado en los últimos tiempos de un empuje político en los municipios afectados por el curso de la estructura, que ven en los cuatro carriles que unen León y Astorga bajo dos arcos de peajes una solución ideal para liberar de tráfico y tensión circulatoria a la Nacional 120, ahogada por la saturación y el transporte pesado. La hora de la liberación de ese corsé, que dentellea con ticket de peaje el eje de desarrollo centro-oeste de la provincia leonesa, no se avista hasta dentro de 37 año, casi cuatro décadas para resolver un contrato de explotación de una vía que nació atada a la polémica. Detrás de la AP-71 siempre hubo una reivindicación contra el peaje; ahora, ciudadana, a través de una plataforma que sirve como cauce de recogida de firmas y voluntades para hacer cambiar de opinión al Gobierno de España.

La León-Campomanes representa por sí misma un caso extraordinario entre la gestión privada de carreteras y autopistas en España. Cumple cuatro décadas operativa y hoy camina destacada en la primera línea de acepción de peaje por antonomasia. El hecho diferencial de la autopista asturleonesa es que le quedan por delante otros treinta años, de desierto para los usuarios, hasta completar las siete décadas que tiene endosadas al pago por usar. En la misma balanza, hasta los 52 que tiene asignados la León-Astorga parecen pocos. León justifica, así, un lugar destacado en la clasificación que marca los tiempos de las cuarenta y dos autopistas de peaje que encorsetan el tráfico en España.

tracking