Diario de León

Protesta

El transporte aprieta al Gobierno con otro día de presión que acerca ya al desabastecimiento

Las marchas lentas suman a León a la ola de movilizaciones y cercan el suministro en centros industriales y alimentación La entrada de algunos alimentos se reduce ya un 90% en esta semana

Momento de la marcha lenta de León, ayer a mediodía a través de la N-120, camino de Villadangos. DL

Momento de la marcha lenta de León, ayer a mediodía a través de la N-120, camino de Villadangos. DL

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Las entradas de mercancías de alimentos perecederos han caído esta semana en un 90% en algunos centros de distribución leoneses, según confirmaron ayer profesionales de este sector; el apuro se extiende entre una gama de clientes y consumidores que van desde centros asistenciales, el hospital de León incluido, colegios, restaurantes, y pequeño comercio.

La fruta y la hortaliza encumbra esta lista de mermas en la lista de productos que ponen el consumo en León en el borde del desabastecimiento, luego de cinco día de movilizaciones, y protestas. Las marchas lentas fueron la expresión más extendida del paro indefinido con el que el transporte aprieta al Gobierno con el fin de lograr el propósito de bajar los precios del combustible, que han terminado por ahogar a este sector, entre otros muchos apurados por el desfase de los carburantes.

Freno de camiones

Las entradas de algunos alimentos en centros leoneses se redujeron esta semana un 90%

La marcha lenta en León buscó el bloqueo, la ralentización de la actividad, la divulgación de un problema que transciende al transporte. En su tránsito, también lograron el aplauso y la solidaridad de multitud de personas que se encontraron con la procesión de camiones, que llegó por la N-120 a Villadangos, y complicó el tráfico en el acceso oeste a la capital leonesa.

Los transportistas se movilizan y el Gobierno anuncia mano dura y represión. Primero, anunció 15.000 agentes contra las protestas; ayer, fuentes del ejecutivo cifraron en más de 20.000 esos efectivos de fuerza pública. La delegada del Gobierno avisó de una «respuesta contundentes». A las once personas investigadas por delitos continuados de desórdenes públicos, daños y contra la seguridad vial, se une la detención de una persona por un delito contra la seguridad vial en Onzonilla.

Relataron también accidentes en la A-6, en Cebrones del Río, por ruedas que se arrojaron en llamas a la calzada. La ministra de Transporte, Raquel Sánchez, dijo mientras inauguraba la obra de una factoría de autobuses en Valladolid que «una parte de la ultraderecha alienta las movilizaciones violentas» que se están dando en el sector del transporte.

El Gobierno se ha visto sorprendido por la dimensión de las movilizaciones; según la agencia Colpisa, el ejecutivo tuvo que improvisar en cuestión de horas centenares de operativos de seguridad, dispositivos de escoltas a convoyes y despliegues de vigilancia en nudos logísticos para tratar de garantizar los suministros ante el bloqueo que está provocando una huelga de transporte cuyo alcance no vieron e, incluso, minusvaloraron los servicios de información policial y los expertos ministeriales. No parece suficiente para garantizar el movimiento de mercancías.

La Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice) denuncia que la huelga de transportes está ocasionando «grandes problemas» en el funcionamiento de la cadena alimentaria debido al bloqueo que se está produciendo en algunas carreteras.

Hay una cadena en peligro. Desde el sector primario, que en algunos territorios ya se ha visto obligado a tirar la leche porque no recogen la producción en las granjas, a la industria lechera, que paró el proceso por falta de garantías de suministro y de hacer llegar la transformación a los lineales.

Otros problemas notables se reparten entre el tejido productivo en el que empiezan a escasear las entradas de género y materia prima; construcción, piensos, cereales, la agroalimentación, bebidas, la distribución en supermercados, en los que se agita el fantasma de la escasez de algunos productos que ya vivieron episodios similares tras desatarse la invasión de Ucrania. «El precio del combustible afecta a todos», repiten los transportistas

tracking