La ULE reducirá a la mitad sus alumnos por clase en septiembre

La Universidad de León trabaja con dos hipótesis de cara al próximo inicio de curso y se prepara para ambos escenarios: la posibilidad de impartir docencia presencial o tener que regresar a la telemática.

Ante la primera opción, el plan elaborado contempla que cada centro hará uso de todos sus espacios en horario de mañana y tarde, deberá garantizarse la distancia de seguridad interpersonal establecida en 1,5 metros y el aforo de las aulas será como mínimo el doble de los estudiantes asignados al aula.

En caso de no poder cumplirse este aforo mínimo, las líneas de actuación contemplan la opción de enseñanza combinada presencial y síncrona por videoconferencia que habrá de ser rotatoria entre los estudiantes.

El rector en funciones, el vicerrector de Profesorado, Miguel Ángel Tesouro, explica que la Universidad también prepara una estrategia de digitalización reforzada, que implica una mejora del equipamiento informático y redes telemáticas, una capacitación del profesorado en el uso de la comunicación digital y una ayuda de la administración universitaria para la conectividad adecuada del conjunto de los estudiantes con el fin de que ningún alumno quede en desventaja por la persistencia de la brecha digital.

Todo ello, teniendo en cuenta las medidas y ayudas que llegarán tanto desde el ministerio como de la Junta para la adaptación de la docencia a la nueva normalidad. Pese todo, del fondo propio de la institución leonesa también ha reservado montantes específicos para hacer frente a estos cambios y garantizar la seguridad entre la comunidad universitaria, a los que Tesouro suma todos aquellos gastos «que vayan surgiendo con el fin de satisfacer necesidades para adecuar la enseñanza universitaria a los distintos escenarios que puedan surgir a lo largo del próximo curso como consecuencia de la crisis generada por la pandemia del Covid-19», remarcó.

El protocolo ya cuenta con el respaldo del consejo de gobierno de la Universidad de León y busca establecer toda una serie de medidas y procedimientos que proporcione a los alumnos y profesores de la Universidad de León las herramientas y los recursos que permitan desarrollar la actividad docente de la forma más similar a como se desarrollaría sin esta situación de alarma sanitaria.

Cuestión económica

Tesouro concreta que la redacción del plan responde a las exigencia de la Junta relativas a la prevención y control frente a la pandemia que exige a las universidades contar con un protocolo especifico «que regule la actividad académica con las medidas de prevención adecuadas para el retorno a la actividad lectiva». La implantación de esta adaptación de la docencia para el próximo curso conlleva unas partidas presupuestarias específicas que serán sufragadas una vez se conozca la distribución de los Fondos Covid, anunciados pro el Gobierno, De momento, cuenta con 16.000 millones de euros a repartir entre todas las comunidades autónomas, con 2.000 millones destinados a financiar el gasto en Educación. Un 20%, es decir, 400 millones de euros, de la partida para Educación se destinan para sufragar el gasto derivado de la Educación Superior.