La Universidad construirá en el campus un edificio de 16 millones de euros a base de materiales reciclados

En pocos meses, la parte alta del Campus de Vegazana volverá a transformarse con el inicio de las obras de la que se ha denominado ya como la Casa del Estudiante , un centro «que dará servicio a todo el campus y en el que habrá espacios para las asociaciones de estudiantes y para que estos puedan tener vida fuera de sus facultades y escuelas», explica el vicerrector de Infraestructuras, Ramón Ángel Fernádez, quien añade que también hay espacios previstos para algunos vicerrectorados y una sala de juntas y que en este nuevo edificio «se podría llevar parte de la gestión universitaria».

La Casa del Estudiante también contará con zonas para el estudio, para el encuentro del alumnado con salas para sus reuniones, cafetería y comedor con horarios flexibles. «Hemos diseñado un lugar agradable para que los alumnos estén a gusto», resume el arquitecto de la Universidad de León, Melquiades Ranilla, quien ha sido el responsable de este proyecto «muy meditado» en el que se ha trabajado más de un año para conseguir «un edificio puntero».

El presupuesto de este edificio, cuya obra está ahora en pleno proceso de licitación, supera los 16,5 millones de euros y tras su adjudicación está previsto que la construcción, que cuenta con un plazo de ejecución de 20 meses, comience a finales de verano.

El nuevo edificio se levantará entre la Facultad de Educación y el hangar para ensayos aeroespaciales . La singularidad de este centro de usos múltiples para la comunidad universitaria leonesa no estará tanto en su aspecto exterior, que también, como en su apuesta por la sostenibilidad. «En la Universidad de León tenemos conciencia de que estamos en un planeta con recursos limitados», precisa el arquitecto para explicar que la Casa del Estudiante será «altamente eficiente, porque se han estudiado mucho los materiales para crear una envolvente con cubierta y cerramientos para que con muy poca energía tenga condiciones óptimas», señala el arquitecto, para añadir que se han empleado materiales con componentes reciclados como el aluminio, maderas y vidrio.

La Casa del Estudiante contará con tres plantas y espacios, al más puro estilo estadounidense, para que los universitarios puedan desarrollar su vida social y cultural con el apoyo de la propia universidad, lo que se conoce como los student union .

El edificio contará con la máxima categoría de eficiencia energética (A+) y su gasto será mínimo: el agua de lluvia se recogerá para poder regar el entorno —tanto en la parte alta como a nivel de suelo—, contará con paneles solares para calentar el agua y para suplementar el consumo de energía eléctrica y el suelo será radiante, tanto para calentar como para refrigerar el espacio, «porque es más sostenible y eficiente al aprovechar la inercia térmica del propio edificio». Entre las ventajas que aduce el arquitecto está que este sistema trabaja a bajas temperaturas, por lo que no es necesario un sistema de radiadores y al ser la superficie emisora de calor y frío, el propio suelo, muy grande permite la distribución más homogénea de la temperatura en todos los lugares y no en puntos concretos. Ranilla añade que también habrá un sistema complementario de ventilación y aire acondicionado, por lo que se tratará de «un sistema mixto».